La zanahoria y la quinoa son dos alimentos que, al unirse en tu dieta, forman un equipo nutricional potente, ofreciendo grandes beneficios para tu bienestar general.
Zanahoria: el tesoro naranja
Conocida por su alto contenido de betacaroteno, precursor de la Vitamina A, la zanahoria es una aliada clave para: mantener la salud visual, combatir el envejecimiento prematuro, regular el tránsito intestinal y combatir tanto el estreñimiento como la diarrea.
Además, su aporte de vitamina A y otros antioxidantes fortalece el sistema inmunológico.
Quinoa: el 'superalimento' ancestral
Esta semilla, tiene un perfil nutricional excepcional:
- Proteína completa: aporta los nueve aminoácidos esenciales, lo que la convierte en una fuente de proteína de alta calidad, ideal para dietas vegetarianas y veganas.
- Rica en fibra: favorece la salud digestiva y proporciona una gran sensación de saciedad, siendo útil para el control de peso.
- Minerales clave: es una excelente fuente de magnesio, potasio, hierro y zinc, importantes para el sistema nervioso, la salud ósea y la prevención de la anemia.
- Bajo índice glucémico: es una opción recomendada para personas con diabetes, ya que no provoca picos altos de azúcar en la sangre.
- Sin gluten: es apta para celíacos o personas con sensibilidad a la quinoa.
¿Quieres una idea para incluir estos dos alimentos en tu dieta? Te dejamos una receta válida para el desayuno o cena, compartida por la chef puertorriqueña, Irelis Pérez, conocida como @cocinaconirelis.
Tortilla antiinflamatoria de quinoa y zanahoria
Ingredientes: 4 porciones
- 1/2 taza de quinoa cruda (100 g)
- 1/2 taza de agua (125 ml)
- 1/2 cucharadita de sal
- 1/2 taza de zanahoria rallada (50 g)
- 2 cucharadas de cebollines picados (20 g)
Procedimiento:
- Enjuaga la quinoa cruda bajo agua corriente para eliminar su sabor amargo y eliminar las saponinas. Déjala en remojo en suficiente agua durante al menos 3 horas o toda la noche para facilitar la cocción y mejorar la digestión.
- Escurre y enjuaga nuevamente la quinoa remojada. Colócala en una licuadora junto con 125 ml de agua y la sal. Licúa hasta obtener una mezcla completamente homogénea y suave.
- Una vez que tengas la mezcla base de quinoa, transfiere a un recipiente. Incorpora la zanahoria rallada y los cebollines picados. Mezcla bien con una cuchara o espátula para distribuir los ingredientes uniformemente.
- Rocía una sartén antiadherente con aceite en aerosol de aguacate y pre calienta a fuego medio. Usa 1/4 de taza de la mezcla por tortilla. Extiende la mezcla uniformemente hasta los bordes de la sartén con una espátula. Cocina a fuego medio durante 3-4 minutos o hasta que los bordes comiencen a despegarse. Voltea cuidadosamente el wrap y cocina por aproximadamente 1-2 minutos más.
- Antes de cada nueva tortilla, enfría la sartén con un poco de agua fría para facilitar el proceso. Mezcla la masa antes de cada porción para mantener la textura uniforme.
- Deja que las tortillas se enfríen completamente antes de almacenarlas. Guardalas en un recipiente hermético a temperatura ambiente hasta por 2 días o en el refrigerador por hasta una semana.
La versatilidad de estos alimentos es una gran ventaja para incorporarlos a cualquier menú, sea como ingredientes principales de ensaladas, de acompañantes, como sustitutos de alimentos inflamatorios y más.
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