Tener hábitos saludables a lo largo de la vida es fundamental para disfrutar de una vejez saludable y duradera. Mantener una alimentación equilibrada, realizar actividad física regularmente, dormir bien y evitar el consumo de sustancias nocivas, como el tabaco o el alcohol en exceso, son claves para prevenir enfermedades crónicas como la diabetes, la hipertensión o los problemas cardiovasculares.
Cuidar la salud mental mediante la conexión social, el aprendizaje continuo y la gestión del estrés también contribuye al bienestar integral. Adoptar estos hábitos no solo mejora la calidad de vida en el presente, sino que también prepara al cuerpo y la mente para envejecer con mayor autonomía, energía y vitalidad.
Envejecer saludablemente significa poder disfrutar de los años con independencia, mantener relaciones significativas y participar activamente en la comunidad. Es una inversión diaria que, con constancia y conciencia, puede marcar una gran diferencia en el futuro de cada persona.
¡Nunca es tarde para empezar!
Richard Morgan, un irlandés de 93 años y cuatro veces campeón mundial de remo bajo techo, se convirtió en objeto de estudio científico por su asombrosa salud muscular, pulmonar y cardíaca. Según el Journal of Applied Physiology y medios como New York Post o La Nación, su secreto radica en cuatro hábitos esenciales que comparte como lecciones de longevidad.
Primero, entiende la importancia de un entrenamiento diario constante y dedica unos 40 minutos al día a realizar actividad física. Morgan afirma que esa constancia ha sido clave para reforzar su resistencia y vitalidad incluso a su edad.
En segundo lugar, aplica un entrenamiento con intensidad variable donde diseña sus rutinas de modo que aproximadamente el 70 % de los ejercicios sean de baja intensidad, el 20 % de intensidad moderada, y solo un 10 % alcance un esfuerzo máximo. Esta combinación le permite trabajar su resistencia sin sobrecargar su cuerpo.
Como tercer punto, incorpora entrenamiento con pesas varias veces a la semana donde utiliza mancuernas para completar tres series de estocadas y flexiones dos o tres veces por semana. Este trabajo de fuerza es fundamental para preservar su masa muscular y funcionalidad.
Y como cuarto y último punto, pero no menos importante, mantiene una dieta rica en proteínas. Morgan subraya el papel vital de consumir suficientes proteínas para preservar la masa muscular en edad avanzada, algo que impide la pérdida acelerada de músculo y promueve una mejor recuperación.
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