La salud mental es un estado de bienestar que según la Organización Panamericana de la Salud (OPS) permite a las personas hacer frente a los momentos de estrés de la vida, desarrollar todas sus habilidades, poder aprender y trabajar adecuadamente y contribuir a la mejora de su comunidad.
Para lograrlo la Organización Mundial de la Salud (OMS) indica que existen estrategias asequibles, eficaces y viables, las cuales promueven, protegen y ayudan a recuperar la salud mental.
¿Qué importancia tiene cuidar la salud mental?
Tiene un valor intrínseco y fundamental, pues es parte integral del bienestar general. Gozar de buena salud mental “es parte fundamental de la salud y el bienestar que sustenta nuestras capacidades individuales y colectivas para tomar decisiones, establecer relaciones y dar forma al mundo en el que vivimos. La salud mental es, además, un derecho humano fundamental. Y un elemento esencial para el desarrollo personal, comunitario y socioeconómico”.
Partiendo de su importancia, es clave adoptar hábitos saludables, buscar ayuda cuando sea necesario y manejar el estrés, para mejorar la salud mental.
De igual manera, un estudio sobre el trabajo revela que a menos horas, mejor salud mental y bienestar.
“Los resultados coinciden con lo esperado. Una reducción de la semana laboral a cuatro días sin reducción de sueldo incrementa la satisfacción de los trabajadores con su trabajo, mejora la salud física y mental, y reduce la fatiga y los problemas de sueño” refiere El País.
¿Qué dice la ciencia?
Un equipo de sociólogos realizó un ensayo de seis meses en Boston, Estados Unidos, en los que se tomaron indicadores de satisfacción con el trabajo o la salud, y compararon los resultados antes y después de la intervención, además, los compararon con compañías que no redujeron sus días de trabajo, y los resultados muestran mejoras claras en varios indicadores clave de bienestar.
“El agotamiento laboral disminuyó significativamente, pasando de 2,83 a 2,38 en una escala de 1 a 5, mientras que la salud mental mejoró de 2,93 a 3,32 y la salud física de 3,01 a 3,29. La satisfacción laboral aumentó de 7,07 a 7,59 en una escala de 0 a 10. Aunque se esperaba que los cambios físicos fueran más lentos, incluso en solo seis meses se observaron mejoras. Estos beneficios se mantuvieron durante 12 meses, aunque la satisfacción laboral mostró señales leves de adaptación, porque es normal acostumbrarse a lo bueno y a lo malo, pero sin volver del todo al punto de partida.
El estudio también detectó que cuanto mayor fue la reducción de horas a nivel individual, mayores fueron las mejoras en el bienestar, especialmente en reducción del agotamiento. Los beneficios se explican por varios factores: los trabajadores sienten que trabajan mejor, duermen mejor, están menos cansados, hacen más ejercicio y tienen un mayor control de su vida”.
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