El Alzheimer es una enfermedad degenerativa que no tiene cura y destruye lentamente la memoria y la capacidad de pensar y hasta de realizar las tareas sencillas del día a día, y a esto se le conoce como demencia.
Según datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS) la enfermedad de Alzheimer es la forma más común de demencia y puede representar entre un 60% y un 70% de los casos.
¿Qué causa el Alzheimer?
Los expertos comparten que aún no se comprenden la totalidad de las causas de esta enfermedad, pero es probable que influyan los cambios en el cerebro relacionados con la edad. De igual manera, los genes y factores de salud, ambientales y de estilos de vida podrían intervenir de alguna forma en el desarrollo de esta enfermedad.
Desafortunadamente, esta enfermedad no tiene cura ni un diagnóstico definitivo, pero se pueden reducir los factores de riesgo.
De hecho, un nuevo estudio realizado por investigadores del Centro Médico de la Universidad Rush de Chicago muestra que el plan de dieta que desarrollaron y denominaron dieta MIND, puede reducir el riesgo de desarrollar Alzheimer hasta en un 53%.
La epidemióloga nutricional Martha Clare Morris, PhD, autora del estudio sobre la dieta MIND afirmó que la alimentación es uno de los factores que influyen en el desarrollo de esta enfermedad, por lo que esta dieta ayudó a ralentizar el deterioro cognitivo y a proteger contra el Alzheimer, independientemente de otros factores de riesgo, refiere CBS NEWS.
La dieta sí importa
Según expertos del Hospital John Hopkins, la inflamación es un problema de salud grave que se presenta en los pacientes con Alzheimer, pero que puede empeorar o mejorar con la dieta, por lo que recomiendan evitar estos alimentos que resultan inflamatorios:
- Carnes rojas.
- Carnes procesadas: mortadela, tocineta, salchichas y fiambres.
- Pasteles, tortas, galletas.
- Pan y pasta elaborada con harina blanca.
- Papas fritas, pollo frito y donas.
- Gelatinas, jarabes y otros alimentos con alto contenido de azúcar añadido.
- Refrescos, bebidas enlatadas y bebidas deportivas.
- Grasas trans, presentes en la margarina, las cotufas para microondas, las galletas y la masa refrigerada, y las cremas para café no lácteas.
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