Actualmente los edificios se han vuelto estrictos con el paso de visitantes con el objetivo de evitar robos en los diversos apartamentos que se encuentran en él.
Hay diferentes escenarios en los que puede ocurrir un delito de esta talla.
El criminólogo John Tovar explicó a 2001 que en la mayoría de casos, se trata de personas que acceden al edificio sin autorización.
Es decir, entran cuando alguien más lo hace o fuerzan esta misma.
“A veces el venezolano es muy ingenuo y deja que cualquier persona entre a su edificio. Aunque en muchas ocasiones puede ser inofensivo, otras no”, detalló.
De tal manera refiere que “no es muy difícil” que se le de paso a un delincuente sin saberlo cuando se trata de conjuntos residenciales sin vigilantes.
Tovar señala que usualmente antes de robar, hacen un pequeño estudio, pues no captan a las víctimas al azar.
“Si es un robo premeditado, el delincuente lleva tiempo merodeando por el edificio”, señaló.
Esto puede alertar a los vecinos si ven que una persona visita mucho el lugar, pero no se le ve con un inquilino.
Directo a los apartamentos
Algunos, para no levantar sospechas, fingen ser vendedores deambulantes y en el momento que un residente abre la puerta para comprar, analizan desde lejos lo que hay dentro del apartamento.
El consultado detalla que van de piso en piso, estudiando que y a quienes pueden atracar.
Por esta razón, en los edificios se prohíbe el paso de vendedores.
En otras zonas hay quienes incluso acceden a los apartamentos para pedir comida o ropa.
Todo esto puede ser también una táctica para investigar sobre el edificio.
Al acecho de apartamentos
Patricia Méndez, residente de un edificio en La Florida relató a 2001 como en su residencia hubo un intento de robo bajo esta modalidad.
“Tres hombres uniformados trataron de entrar a un apartamento”, comentó.
La vecina destaca que los delincuentes entraron al edificio cuando el vigilante, un hombre de la tercera edad, estaba ocupado atendiendo a alguien más.
Además, la mujer destaca que los ladrones ya llevaban un tiempo visitando la residencia, razón por la cual no fue sospechoso para el vigilante dejarlos pasar.
Al parecer, el trio criminal mentía sobre un servicio y decían que irían hasta el piso 10.
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El día del suceso, los hombres accedieron hasta un apartamento sin reja y trataron de forzar la puerta de este.
Por suerte, el propietario se encontraba en su casa y al notar el ruido golpeó fuertemente la puerta, lo que alerto a los criminales e hizo que huyeran.
Tras el robo frustrado, los vecinos se enteraron que nadie en el piso 10 los conocía.
Esto alerta a la población y pone en duda la seguridad en las residencias.
El criminólogo Juan Vásquez comentó a 2001 que es importante implementar medidas de seguridad en los edificios para evitar que estos casos.
Pueden activar las cámaras de seguridad, contratar un portero y no dejar que nadie entre al edificio sin antes identificarse.
Los casos de robo se pueden reportar en cualquier sede policial o del Cicpc. También se les puede alertar a las autoridades en caso de que haya una actitud extraña sobre alguien que visita con mucha frecuencia la residencia.
DATAZO
Cabe destacar que aquellas residencias que cuentan con vigilantes, la mayoría de ellos son hombres de la tercera edad, que no tienen el rendimiento físico para perseguir o derribar un delincuente.
ALERTA: Este es el modus operandi de los «robaquintas» para engañar a sus víctimas
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