Las autoridades judiciales de Irán, negaron que la ciudad de Oshnavieh cayó en poder de los manifestantes que protestan por el caso de la joven Mahsa Amini.
La joven iraní de 22 años, murió tres días después de ser detenida, por no llevar bien puesto el velo islámico.
El enfrentamiento entre manifestantes y fuerzas policiales, lleva un saldo de 35 personas fallecidas, múltiples heridos y detenidos.
Asimismo, las autoridades oficialistas, aseguran que la ciudad de Oshnavieh, al este de Irán, no está tomada por los manifestantes.
"La ciudad está completamente bajo el control de las fuerzas policiales y la situación es completamente normal", informó la agencia de noticias de Mizan, del poder judicial.
Mizan, también negó que los manifestantes atacaron la prisión de Oshnavieh, situada en la zona fronteriza con Irak.
En los últimos días se produjeron fuertes choques en esa ciudad, con ataques incluso a "tres sedes de los basijis", (voluntarios islámicos).
Por su parte, la agencia Fars informó de que anoche "500 alborotadores armados", prendieron fuego a dos bancos y una tienda en Oshnavieh.
A pesar de esta información de los disturbios por parte de la agencia Fars, aseguran que "hoy todo está tranquilo y las escuelas abrieron en Oshnavieh".
Varios días de protestas en Irán
Irán vive protestas desde hace ocho días por la muerte de Mahsa Amini, y se extendieron por todo el país, provocando duros enfrentamientos con las autoridades.
La televisión estatal iraní elevó a 35 los muertos en las protestas, entre ellos efectivos de las fuerzas de seguridad.
El presidente de Irán, Ebrahim Raisí, afirmó este sábado que se debe "actuar de forma decisiva contra los que se oponen a la seguridad y tranquilidad del país”.
Fuente: EFE
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