La historia gana, y lo hace con bastante frecuencia en realidad. Contrario a lo que pueda pensarse o a los misterios en los que nadie cree, la envergadura merengue del Real Madrid se ha hecho sentir en el Santiago Bernabéu con un tardío pero soberbio 3-1; pese a los escépticos.
Con ventaja de 4-3 obtenida en el choque de ida de la semifinal de Champions en Inglaterra; el Manchester City venía con una tarea que podría considerarse «simple» bajo la tutela de Josep Guardiola, uno de los mejores técnicos del mundo: Mantener la ventaja, bloquear y encerrarse; ante una Casa Blanca que iría con todo para buscar el ansiado pase a la final en el Stade de France.
Pero todo plan, debe contemplar también las debidas anticipaciones del contrario; y en el programa de Pep Guardiola, falló la nutrida historia madridista y el esquema siempre sigiloso de su contraparte: Carlo Ancelotti.
La estrategia se repetiría tal como ante el Paris Saint Germain y ante el Chelsea, el arte de esperar: Catenaccio, y contrataque por la bandas con plus sobrenatural llamado Karim Benzemá.
Rodrygo, en dos minutos; y Karim Benzemá de penal, tendrían como de costumbre la última palabra ante un Manchester City consternado y contra un Guardiola que se rascaba la cabeza desde el inicio.
Real Madrid camina hacia la decimacuarta orejona de su historia
No existe antídoto hacia un equipo que transita la senda de la grandeza histórica, por eso el City ha vuelto a fallar y no encuentra la fórmula que le ayude a conseguir la máxima gloria en Liga de Campeones con base en Petrodólares.
Guardiola quiso anular a jugador por jugador, pero el tiempo parece no haberle alcanzado, tres atletas se le han escapado: Rodrygo, Benzemá y el portero Courtois; que hoy ha estado inmenso sobre los tres palos.
Lo que se vivió en Madrid fue un verdadero juegazo, imitando quizás el choque de ida en suelo inglés; entre estas potencias: El Real Madrid como monarca de vieja data y un Manchester City con oligarquías de la nueva era.
Bernardo Silva movía los hilos en el City, pero a su constante electricidad tuvo repetidas carencias. El Real Madrid se vino como un aluvión en su propia residencia hasta que se hizo incontenible.
El belga Courtois en la arquería fue una auténtica muralla, evitando claras ocasiones fabricadas por el propio Bernardo Silva, por el inquieto Gabriel Jesús y por el joven maravilla Foden. La lucha se transformó un emocionante toma y dame, conexiones iban y venían con Vinicius y Benzemá; sobre todo en el complemento, donde se miró sudar al guardameta Ederson cuando los chicos de Ancelotti pisaban el área rival.
AVISO: Se busca a Fernandinho
El hombre del buen rendimiento en suelo británico, parecer haberse quedado allá. En España, el amazónico se ha quedado varado mientras su compatriota Vinicius hacía y deshacía. La lucha entre brasileños quedó con una claro perdedor: Fernandinho, quien jamás pudo detener a su compañero de selección. Sus 37 años pasaron factura ante tanta velocidad y ante tanta juventud.
Con un primer tiempo en intenso empate, el complemento llegaba para desesperar a ambos contrincantes. El Madrid empezaría perdiendo con gol del argelino Riyad Mahrez al minuto 73, pero la ocasión inicial al comenzar la segunda parte lo tendría el club que comanda Florentino Pérez: Modric con la pelota, se giró de cara al arco contrario, Kroos echó a correr; Benzemá fue tras ella y luego Vinicius sólo, falló.
Desde esta oportunidad perdida, los merengues inyectaron nitrógeno y todo el amplio mundo del fútbol lo notó; por lo que se vinieron los mejores minutos del choque. Un tomo con muchísima agua fría tuvo que caer sobre Bernardo Silva, porque sus motores terminaron de fundirse. De Bruyne no pudo tomar el testigo que jamás persiguió y Guardiola miraba al suelo como buscando algo que se le perdió.
Centella madridista ante un Manchester City incrédulo
El Madrid perdía a Modric, a Casemiro y Kroos. Las esperanzas de desvanecían en la capital de España, pero en el último suspiro; al minuto 90, aparecía Rodrygo para empatar al minuto 90 y después de cabeza al 91. Fue una centella madridista con un una diana tras otra para desestabilizar a un Manchester City que no podía creerlo.
Al 95, derriban a Benzemá en el área y el francés de origen argelino no perdonaba en la pena máxima para seguir enfundándose la capa de eterno héroe merengue. El boleto a su casa está comprado y el Real Madrid con drama final incluido se verá las caras contra el Liverpool de Jürgen Klopp en en el Stade de France este próximo 28 de mayo en la batalla final.
Los Reds buscarán su 8va copa de Europa, mientras que el Real Madrid quiere sumar la orejona número 14 a sus vitrinas para el regocijo del pudiente Florentino.
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