Tener el cabello graso no tiene que ser un dolor de cabeza, se trata de una afección común que puede afectar a personas de todas las edades y géneros.
Está causada por la sobreproducción de sebo, una sustancia aceitosa que ayuda a proteger e hidratar el cuero cabelludo y el cabello. El sebo es producido por las glándulas sebáceas, que se encuentran en todo el cuerpo. Sin embargo, también hay otros factores a considerar como la herencia y la alimentación.
Afortunadamente, existen alternativas para tratarlo y poder lucir una melena saludable, limpia y sedosa.
¿Qué causa el cabello graso?
Entre las principales causas de esta afección se encuentran la genética y las hormonas. Algunas personas son más propensas a tener el cabello graso que otras y esto se debe a que tienen más glándulas sebáceas que las demás por un factor hereditario; o también tiene que ver con los cambios hormonales que ocurren durante la pubertad, el embarazo y la menopausia.
También puede estar provocado por una dieta rica en alimentos procesados, bebidas azucaradas y grasas no saludables, los cuales contribuyen negativamente en la salud del resto del cuerpo y del cabello. El estrés también suele desencadenar la producción de hormonas que aumentan la producción de sebo.
Finalmente, algunas sustancias del mercado como cremas y aceites pesados, pueden apelmazar el cabello y hacerlo lucir grasoso.
¿Cómo cuidarlo?
Para que el cabello graso no acabe con tu confianza y tu autoestima, es clave aprender cómo tratarlo, para ello:
- Lávalo con regularidad. La frecuencia con la que debes hacerlo dependerá de tu tipo de cabello y de lo graso que se vuelva. No obstante, la mayoría de las personas con esta condición necesitan lavarlo diariamente o cada dos días.
Utiliza un champú clarificante. Esta alternativa ayuda a eliminar el exceso de grasa y la acumulación de productos en el cuero cabelludo. Busca un champú que esté etiquetado como "aclarante" o de "limpieza profunda".
- Acondiciona. Es importante acondicionarlo incluso si está grasoso. Asegúrate de utilizar un acondicionador ligero diseñado específicamente para cabello graso.
- No uses productos pesados. Los aceites, cremas, mousses o lacas no son favorables para ti. La mayoría de estos líquidos dan forma al pelo por algunas horas y luego empieza a verse brillante.
- Usa un champú seco. Una excelente manera de refrescar tu cabello entre lavados sin tener que mojarlo, desenredarlo y pasar por todo el proceso habitual. Aplica en las raíces y masajea con los dedos. Luego, cepilla para eliminar el exceso de producto.
- Evita tocar el cabello con frecuencia. Esta costumbre cotidiana termina transfiriendo grasa de los dedos al cabello.
- Come bien. Llevar una dieta saludable reduce la producción de sebo. Los alimentos altos en grasa afectan más de lo que imaginas, terminan reflejándose en tu piel y el cabello. Adiciona más vegetales a tus comidas del día.
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