Los problemas financieros son y serán siempre caldo de cultivo para el estallido de conflictos entre las parejas. Las dificultades económicas no sólo nos llenan de pesimismo, ansiedad o depresión por la falta de seguridad financiera, sino que también afectan nuestras relaciones de pareja.
Si bien es cierto que el dinero no es la base de una estructura familiar, no es menos cierto que “las dificultades con dinero son menos dificultades”. Diversos estudios muestran que en tiempos de bonanza económica es fácil mantener el equilibrio en el hogar. Pero en momentos de incertidumbre y crisis se puede potenciar la ruptura de la pareja en aquellas parejas que previamente tenían dificultades. Por el contrario, si siempre se ha gozado de una buena relación, la crisis puede hacer más sólida la unión”.
Los cambios laborales, desempleo, ver mermado el presupuesto familiar, o cualquier otro cambio vital en los hábitos y conductas de una pareja pueden aflorar reproches mutuos. Tendemos a culpar al otro de la situación, a responsabilizarle de todo, a proyectar nuestros propios conflictos internos en la pareja.
Problemas financieros en la pareja
El amor, según la psicología social, se establece a partir de tres parámetros: la pasión, el compromiso y la intimidad. La crisis puede hacer disminuir el primero y el último de los parámetros, pero fortalecer el segundo. Eso explica que cada uno de los miembros de la pareja vea más difícil encontrar alternativas.
En momentos como el actual, en el que nada se muestra diáfano ante los ojos, las energías se centran en sobrevivir y salir hacia adelante, solo o acompañado. Por eso, se potencia el egoísmo y el individualismo instintivo de la persona, o por el contrario, triunfa la generosidad y el amor.
Es importante solucionar los problemas económicos causados por la crisis, pero todavía es más importante, cuidar que éstos no afecten y destruyan la relación de pareja.
Cuando la pareja tiene una buena relación y esta tiene una estructura fuerte y buenos recursos, los problemas económicos pueden debilitarla momentáneamente. Pero finalmente van a poder solucionar los problemas y la relación va a fortalecerse aún más.
¿Qué hacer?
– Lo primero que necesitan, tu pareja y tú, es ser realistas y saber en donde están parados. Es importante que seas objetivo al analizar tu situación. Una crisis económica nos afecta, no porque altere nuestro nivel de vida, sino por la manera de percibirla y el significado que le damos.
– Habla con tu pareja, sobre lo que la crisis significa para ella y ve de qué manera su actitud puede estar influyendo en ti y viceversa. No se culpen a sí mismos, ni uno al otro, por lo que hicieron o dejaron de hacer para que resultaran los problemas que están teniendo. Esto los va a llevar, sólo al resentimiento y a la agresión.
– En estos momentos lo importante es aclarar los malos entendidos y buscar soluciones. Es necesario que tu pareja sepa y entienda lo que te pasa y que tu entiendas lo que le pasa a ella.
– Hablen sobre el problema, pero no se enfoquen sólo en este. Compartir las preocupaciones es importante, porque fomenta el contacto y la intimidad pero es necesario que se enfoquen, principalmente, en la solución y en buscar alternativas. Recuerda que la meta principal no es la solución de los problemas económicos, esa es una meta muy importante, pero la principal, es que su relación de pareja se mantenga fuerte y sana.
– Dense un espacio para vivir la relación, llevando a cabo alguna actividad que les guste o los distraiga a los 2, sin hablar de los problemas económicos. Si no tienen dinero para hacer lo que antes hacían, pueden ir a caminar, participar en alguna actividad gratuita, bailar con música de la radio, etc.
Por Yumary Guerra
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