El dolor crónico es una dolencia que afecta nuestra vida en muchos sentidos. Los dolores a largo plazo no nos dejan dormir, nos cambian el estado de ánimo, e influye en nuestra relaciones.
Aunado a esto, el sufrir dolor crónico puede causar depresión. Es por esto que se debe tratar de forma directa, para así lograr manejar nuestra salud mental y física.
La buena noticia es que su puede aprender a manejar el dolor cotidiano con tres simples pasos. Continua leyendo nuestro artículo para que sepas cómo abordarlo.
Aborda el dolor crónico
Con estos pasos podrás aprender a abordar el dolor crónico y reconocer los pensamientos negativos, mejor su perspectiva y controlar el dolor. Será un proceso lento y algo difícil, pero no imposible de lograr.
Deténgase: al tener pensamientos negativos debemos hacer una pausa, analizarlos y anotarlos. De este modo podremos verlo desde otra perspectiva y detenerlos.
Pregúntese: el preguntarnos a nosotros mismos si el pensamiento negativo que tenemos es útil o inútil, nos hará reflexionar sobre lo que pensamos. Forma muy eficaz de ver las cosas.
Elija: está en nosotros el cambiar nuestro pensamientos negativos. Al tener uno negativo, elijamos si queremos seguir pensando en ellos o si preferimos cambiarlo por uno positivo y útil. Todo de manera consciente.
Perspectiva
Al cambiar nuestras perspectiva de nuestros problemas cambiaremos patrones de pensamientos como concentrarse en lo negativo, generalizar demasiado y pensamientos extremistas.
La doctora Helena Miranda, especialista en dolor crónico, asegura que este tipo de dolor a largo plazo no puede tratarse solo con fármacos. Asegura que cada paciente responde diferente a los estímulos eternos y cada uno debe controlar el dolor con sus propia herramientas.
Basándonos en lo que asegura la experta, podemos decir que hay otras estrategias para palear el dolor crónico.
Dormir bien
Sabemos que cuando existe un dolor no es nada fácil conciliar el sueño, pero si hay formas de prestar atención en todas las pequeñas cosas que pueden incidir en el sueño, como tapones en los oídos, cubre ojos, temperatura de la habitación, etc.
Movernos
Es bien sabido que la actividad física es importante para nuestra salud. Aquí no hace falta ir a un gimnasio a hacer ejercicios. Lo importante es hacer lo que nos gusta y mantenernos activos. Ya sea caminando, bailando o un simple paseo en el parque con un amigo. La música y la compañía nos darán ese plus mental positivo tan necesario. La doctora asegura que esto enseñara al cerebro a usar nuevas redes, nuevas vías que le enseñen a premiar esos minutos de actividad.
Calma
Mantener nuestro cuerpo y mente calmados ayudará a sensibilizar nuestro sistema autónomo. Actividades como el yoga, la meditación, escuchar música relajante, entre otros, será de gran ayuda para calmar los nervios. Miranda afirma que cuando se es capaz de disminuir la actividad eléctrica del cerebro, obtenemos alivio inmediato del dolor.
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