Iniciar de cero no es fácil. ¿Estás en medio de una crisis con tu pareja, tu ciudad o país, o tu trabajo? Estas son todas experiencias que pueden ser devastadoras.
También, pueden ser una oportunidad que la vida te da para iniciar una mejor etapa. Pero ¿de quién depende el resultado final? Sigue leyendo para enterarte.
Aferrarnos a lo conocido
Voy a contarte una anécdota personal que puede servir de ejemplo. En los últimos años hubo cambios importantes en mi manera de trabajar. Yo me sentía cómoda con lo que hacíamos. Además, los resultados estaban bien, desde el punto de vista de quienes recibían mis servicios. Sin embargo, al ver los números, el trabajo no era tan rentable como queríamos.
Pero me gusta tanto lo que hago, que estaba pasando por alto ese "detalle". Entonces vinieron un par de cambios que me movieron el piso. El primero fue la persona que me organizaba los eventos en Venezuela, que decidió tomar otro rumbo en su carrera. Allí hubo una llamada de atención que no alcancé a ver completamente. A los meses, la dueña de la oficina que alquilaba para mis consultas me pidió que devolviera el espacio, que iba a hacer algo distinto y más rentable.
La vida me quería decir algo pero no alcanzaba a verlo. Estaba un poco molesta porque según yo, lo que hacía estaba bien.
Desde el punto de vista psicológico, lo familiar nos es cómodo. Es decir, aquello a lo que nos acostumbramos, aún cuando no sea tan bueno, representa seguridad. Por eso nos quedamos en esa experiencia. Y da lo mismo si estamos hablando de una relación de pareja, como de un trabajo o un país que ya no representa lo que quieres vivir.
Cuando estamos en lo cómodo, o como en mi caso, que disfrutaba tanto lo que estaba haciendo, pasamos por alto las señales que la vida nos da. Esas que dicen que hay ciclos que ya están vencidos, que es tiempo de cambiar e iniciar otra vez.
Cuando no ves las señales, llegan las crisis
A veces eso conocido no es bueno pero representa tanto la seguridad, que aún viendo señales no queremos ese cambio. Nos da miedo lo distinto y pueden haber voces en nuestra cabeza que nos dicen que no podremos, que será muy complicado.
De esta manera, alargamos el tiempo que debemos estar en una experiencia o con una persona. Pero la vida es sabia y Dios es esa Inteligencia Infinita que va a hacer que te muevas de una u otra manera.
Mientras más te resistes a salir de eso conocido pero vencido, la crisis será más fuerte. Es como si la vida hablara cada vez más claro para que no te quede duda de que es necesario hacer ese cambio. La vida te grita que debes iniciar de nuevo.
Tu actitud hace la diferencia al iniciar algo nuevo
Una de las frases más célebres de Oprah Winfrey es: "El mayor descubrimiento de todos los tiempos es que una persona puede cambiar su futuro simplemente cambiando su actitud".
Si desarrollamos sabiduría, comprendemos que la vida son subidas y bajadas, momentos de gloria y grandes desafíos. Y fluimos con cada uno de ellos, los de subida o gloria para disfrutar y celebrar, los de bajadas y desafíos para aprender y crecer.
Obviamente hay muchas emociones en medio de la incertidumbre, antes de ver claro lo que viene a continuación. Allí es donde necesitamos practicar la inteligencia emocional. Así no nos dejamos arrastrar al sentir rabia por ejemplo y lastimar otras personas.
Regresando a mi anécdota, para mi lo más difícil fue esperar. No quería tomar ninguna decisión de qué hacer a continuación hasta no estar clara de la dirección que quería Dios que tomara. Fue mucho tiempo dedicado a la meditación, al silencio, a las caminatas. Poco a poco el camino se fue mostrando más claro. Lo que más me ayudó es saber que no se trataba ni de mala suerte, ni de un castigo, sino que Dios tenía planeado algo mucho mejor para mi.
Cuando inicias de nuevo, si lo has hecho con consciencia, te llevará a una mejor experiencia
Como terapeuta he tenido muchas parejas que se resisten al divorcio, aún sabiendo que la relación ya no daba para más. Así mismo, he visto la rabia de algunos clientes porque no querían ese trabajo, pero no se atrevieron a tomar la decisión y al final fueron despedidos.
Al mismo tiempo, tengo clientes que luego me contaron lo maravillosa que es su nueva vida de pareja, que jamás se imaginaron que pudiesen tener una relación así. Y otros por ejemplo que luego de su terror de mudarse de país, este nuevo lugar es el perfecto para esa nueva etapa.
Hace tres años no sabíamos lo complicada que iba a estar la situación en Venezuela, pero Dios tenía pistas. Así, esos movimientos fueron los necesarios para internacionalizarme. Ahora puedo llegar a muchas más personas, a otros países y así borrar de mi mente la idea de las fronteras.
Como resultado de mi crisis, trabajo mayoritariamente desde casa, muy cómoda. Mi labor está siendo mucho más rentable. ¡Hasta tengo más tiempo para prestar un servicio a mi amado país que bien lo necesita! Así que sólo digo: Disculpa Dios lo terca que fui al no ver que era tiempo de iniciar algo mejor.
Si tu vida te pide iniciar de nuevo, ¡hazle caso!
Por Carla Acebey
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