El ruido es algo intangible que percibimos sin siquiera darnos cuenta. El cuerpo está acostumbrado desde que nacemos a escuchar todo a su alrededor, y de forma natural se acostumbra a ellos.
Normalmente, el escuchar todo tipo de ruidos al mismo tiempo no supone un problema para el ser humano. El cerebro los percibe, y hasta logra bloquearlos cuando de está concentrado en otras actividades.
El problema radica cuando el ruido es extremo. El sonido fuerte puede afectar nuestra salud considerablemente. El cuerpo puede presentar cambios metabólicos en las células encargadas de recibir el estímulo acústico. Como también presentar complicaciones psicológicas por la incomodidad que el sonido estridente provoca en el estado de ánimo.
Efectos del ruido en la salud
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), el ruido es un sonido desagradable y molesto que es potencialmente nocivo para la audición. Su intensidad se mide en unidades llamadas decibeles. Y cualquier sonido continuo y repetitivo que supere los 70 decibeles puede dañar la salud.
Pérdida de la audición
Los Institutos Nacionales de Salud de Estados Unidos aseguran que la exposición a ruidos de altos decibeles, destruyen varias células encargadas de la audición. Esto ocurre porque se sobreestimulan y modifican su metabolismo, debilitando la capacidad de traducción de las señales.
Es decir, perdemos la audición antes de tiempo. Y una vez que estas células mueren, no se regeneran, generando una pérdida auditiva permanente.
Estrés
Un ruido persistente es perturbador y nos genera estrés e inquietud. Este estrés también pude conllevar a un mal humor, lo que nos distraerá de las actividades cotidianas, evitando la concentración generando esfuerzo mental.
Pero te has puesto a pensar, por qué el ruido nos genera estrés. Esto se debe a que esta sobreestimulación genera una neuroinflamación, que es una inflamación crónica de las vías nerviosas que llevan la información del sonido desde el oído hasta el cerebro. Esto incide directamente en las capacidades cognitivas y en el estado de ánimo.
Sueño
El descanso diario es imprescindible para tener un cuerpo sano. Durante el sueño el organismo regenera células muertas y recarga energías. Si a la hora del descanso percibimos ruidos fuertes, estos harán que se altere la fase de movimientos oculares rápidos del sueño. Esta fase es la encargada de fijar recuerdos, recuperar conocimientos de la jornada y procesar la información. Si no se realiza adecuadamente se puede sufrir de amnesia, trastornos del aprendizaje, cefaleas y hasta estar predispuesto a sufrir de obesidad.
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