Entérate qué relación existe entre los sudores nocturnos y el estrés

Los sudores nocturnos generalmente tienen una causa subyacente, como la menopausia, el embarazo, una enfermedad o efectos secundarios de medicamentos.

Pero, aunque no lo creas, hay muchas otras razones incluidos algunos trastornos físicos y hasta factores psicológicos.

¿Qué relación hay entre el estrés y los sudores nocturnos?

Expertos señalan que el estrés, las preocupaciones y los miedos pueden provocar en las personas los sudores nocturnos.

¿Cómo es esto posible? La explicación científica es que cuando nos sentimos estresados, ansiosos, temerosos o preocupados, todos los pensamientos giran en torno a ello, incluso al dormir.

En tal sentido, si nos sentimos amenazados con o sin razón, el cuerpo entra en estado de alarma, libera hormonas del estrés como la adrenalina y el cortisol.

Incluso, el corazón se acelera, respiramos más rápidos, tensamos los músculos, temblamos y sudamos.

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¿Sudor emocional?

Las pesadillas y los sudores nocturnos son posibles consecuencias de un problema psicológico, o sencillamente de vivir estresado, preocupado, tensionado o con miedos.

Estos pueden aparecer de forma puntual o continuada, y pueden ir precedidos o acompañados de una escalada en los síntomas de ansiedad, nerviosismo o miedo.

No se trata de algo netamente físico, esto es una respuesta psicológica que termina afectando tus horas de descanso y hasta el día a día.

Para ponerle freno a la situación, se recomienda, buscar ayuda para tratar el problema base, y de ser necesario, recurrir al tratamiento psicológico o psiquiátrico del trastorno.

Incluso, acondiciona la habitación para tener un descanso reparador, utiliza un pijama cómodo, ventila la habitación y hasta bebe una infusión aromática que ayude a calmar tus emociones.

También puedes apoyarte de algunas actividades que ayuden a relajar la mente, como, realizar yoga, meditación o escribir.

Finalmente, evita el uso de dispositivos electrónicos antes de irte a la cama, pues la luz de las pantallas suele tener un efecto estimulante sobre el cerebro, que impide el descanso.