Clementina Benatuil, sencillez, creatividad, pasión y aventura, son palabras que describen a esta diseñadora de moda venezolana, que con solo 21 años de edad, inició su emprendimiento en el diseño de modas.
La joven que orgullosamente habla de lo logrado hasta los momentos, se graduó de diseño de modas a principio del mes de julio de 2021; sin embargo, tiene un camino recorrido, pues se inició en el mundo de la costura cuando tenía 16 años.
Aunque al principio resultó un acto de curiosidad porque se enteró que su abuela tenía la máquina de coser de su bisabuela, en muy poco tiempo le tomó cariño a la costura, comenzó a formar parte de uno de sus tantos hobbies, y en la actualidad es su profesión.
“Siempre que veo algo nuevo me interesa y lo quiero aprender, y en cuanto me enteré que mi abuela tenía la máquina de coser de mi bisabuela, le dije dámela y yo veo que aprendo.
Ese mismo día me llevé la máquina de coser y con lo que tenía mi bisabuela dentro de su costurero, me puse a ver videos de YouTube y de toda la lista de cosas por hacer, elegí y aprendí a hacer fue un vestido de bebé. Desde ese momento nació mi amor por la costura”.
“Lo que se hereda no se hurta”
A su corta edad parece tener muy claro lo que quiere y está trabajando para lograrlo, y es que desde que llegó a sus manos la máquina de coser de su bisabuela no ha parado de crear pequeñas piezas infantiles, pero de gran calidad.
Posiblemente esa inspiración por la ropa infantil es una herencia, pues según lo que le cuentan sus familiares, su bisabuela se dedicaba a la puericultura. “Mi abuela no estaba metida en ese mundo, por lo que no me sabe explicar muy bien, pero tengo entendido que cocía las sábanas, cobijas, fundas y demás accesorios para la cama de los bebés.”
Además acotó que “fue muy loco toparme con eso sin yo saberlo. Yo conocí a mi bisabuela pero nunca hablamos de costura, yo estaba muy chiquita”. Probablemente esa pasión con la cual habla y crea piezas infantiles está en sus genes, es un talento con el que nació y su esfuerzo y dedicación la han llevado a perfeccionar las técnicas.
Inicios de Clementina Benatuil
A diferencia de muchos sueños y emprendimientos en los que se trabaja, planifica y se toman decisiones muy bien pensadas, el de Clementina llegó por casualidad, porque nunca estuvo entre sus planes dedicarse al mundo de la moda.
Incluso nos confesó que inició estudios de Ingeniería Química en la Universidad Metropolitana porque en el colegio era buena en química “esa era toda la razón”, pero se dio cuenta que aunque le estaba yendo bien “no encajaba ahí, yo no tenía nada qué hacer cuando me graduara; entonces me cambié a estudiar diseño de modas”.
Diseño de Moda
Cursó estudios de Diseño y Moda en el instituto Brivil en Sebucán, y además, realizó varios cursos donde aprendió todo lo necesario para hoy poder construir sus piezas con una alta calidad.
“A los 16 años realicé varios cursos y perfeccioné el vestido. Luego hice un curso para aprender a forrar, y fue cuando los comencé a vender, porque ahí sentía que mi producto estaba acorde para que lo utilizara un niño.
Pero obviamente yo seguía en el colegio, no tenía un stock de telas, era yo en mi casa en un rinconcito donde tenía mi máquina y era coser para mis tías, mis primas, gente que quería hacer un regalito, pero no era nada formal. Comienzo a vender formalmente, hace como un año.
En la pandemia, fue cuando dije, listo, esto ya es mi sueño, yo lo voy a hacer, no voy a esperar más, y comencé a comprar telas más o menos iguales, comencé a definir modelos, me hice una página de Instagram, hice unas fotos y comenzó todo de manera formal”.
Incluso, en algún momento realizó franelas en un taller que se llama “Al Hilo”. Esa experiencia la llevó a confirmar que lo que le gusta hacer es ropa para niño; además, de conocer a Mariela Hurtado, su actual compañera en el taller.
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Sus frutos
Clementina Benatuil, como muchas personas a nivel mundial visualizaron en medio de la pandemia una oportunidad para emprender, y desde hace más de un año inició su negocio, vender ropa infantil, piezas elaboradas desde cero con mano de obra venezolana, pero con materia prima importada.
Las piezas son de seis meses a seis años de edad, pero también realiza cosas tejidas para bebés recién nacidos.
Las telas utilizadas son todas españolas o peruanas, las tiras bordadas son todas españolas, suizas y austriacas, “porque aunque suene muy elegante, las hacen muy bonitas. Realizo los pedidos por internet y me las traigo de afuera”.
En la actualidad vende sus piezas a través de la cuenta de Instagram @clementinabenatuil.store y tiene presencia en algunas tiendas, pero asegura que le va mucho mejor por la red social.
“No me limito a crear”
La diseñadora desde que decidió formalizar lo que comenzó como un hobbies ha elaborado diferentes piezas. Apuntó que no tiene una colección porque las colecciones aparecen cuando se utilizan las mismas telas o los mismos modelos, y ella siempre he tratado de hacer cosas distintas y que no se repitan.
Sin embargo, acotó que “eso no significa que en el futuro no quiera sacar colecciones, pero hasta ahora, siempre he comprado dos metros de esta tela, de esta otra, y así; y eso obviamente no me permite tener una colección, no estoy elaborando piezas en masa”.
Lo más parecido a una colección creada por Clementina Benatuil han sido cortejos de bodas.
De igual manera indicó que “como no es una tienda estructurada, no me limito a crear, si me piden una manta, por ejemplo, que nunca he hecho, la voy a hacer. Claro, no es que voy a hacer todo lo que me pidan. Si me piden algo que no es mi estilo, un vestido de mujer, lo pensaría”.
En cualquier caso, “si quisiera salirme de este tipo de ropa, quizás me gustaría expandirme a más áreas de niños. Me llama la atención los trajes de baño, pero por ahora no me quiero desviar, me quedo con esto hasta ver qué pasa. Mientras más enfocado se está en algo, mejor salen las cosas”.
Visualizando
“No tengo capacidad de producción. Quiero en el futuro, a corto plazo, tener un poquito más de capacidad de producción. Tengo una máquina overlock y dos rectas. La overlock es la que te remata todo, aunque no lo usamos tanto porque todo es forrado; y en la recta es la que haces todo lo demás”.
Aunque nos comentó que le gusta estar sobre el proceso, “yo corto, plancho, coso, bordo, monto botones, y todo”; está pensando en incorporar a una persona más a al equipo de trabajo, pero eso implica que debe acondicionar el taller o buscar un espacio más amplio.
También nos confesó que le llama más la atención tener tiendas alrededor del mundo, más que estar en una pasarela. De igual manera acotó que si pudiera realizar colecciones, serían muy pequeñas, que sea muy exclusivo.
A corto plazo se visualiza con su marca registrada y se llamaría Clementina Benatuil, además le gustaría tener una tienda física y vender fuera de Venezuela.
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2021-09-02
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