Un hijo rebelde es aquel que presenta conductas conflictivas, mal vistas por la sociedad, agresivas, y en ocasiones violentas, las cuales son perfectamente observables.
Aunque a los padres les cuesta mucho asumir estos problemas de conducta, deben tener presenta que esto se repite de forma frecuente, por lo que en estas líneas te indicamos algunas pautas para que aprendas cómo lidiar con ello.
Hijo rebelde
Los niños suelen tener una etapa de rebeldía en la cual desafían a los padres, les retan, desobedecen las normas establecidas y contestan.
Expertos señalan que es importante distinguir si la conducta del niño en habitual, es decir, si es un niño rebelde, o si, por el contrario, el niño presenta cierto trastorno de la conducta que haga que sea agresivo y violento.
Debes tener presente que llegada cierta edad, a muchos padres les toca la difícil situación de lidiar con un hijo rebelde.
Para que esto suceda muchos factores entran en juego, y en la mayoría de los casos los padres se ven agobiados ante las circunstancias, si estás pasando por ello, te tenemos algunos consejos para mejorar tu relación.
Factores que influyen en la conducta
La adolescencia es una etapa difícil en la vida de cualquier persona, se trata de una fase en la cual los cambios físicos y emocionales pueden convertir a un niño amoroso en un adolescente apático y rebelde.
Esta es una etapa en la cual están descubriendo su propia identidad. Es normal que durante este proceso, procure la aceptación de su grupo de amigos, y que pueda sentirse avergonzado por la relación con sus padres.
Ello no implica que no los quiera, solo está procurando abrirse a nuevos horizontes y nuevas relaciones.
Además, en la adolescencia es cuando las personas comienzan a desarrollar su ojo crítico, siendo capaces de percibir injusticias, experimentando además la necesidad de hacer saber su rechazo hacia estas.
El adolescente es más propenso a actuar por impulsos. Esto resulta en que sus decisiones no siempre sean las más acertadas, saberse errados puede causar frustración, produciendo además ira.
Además, la mayoría de los conflictos de la adolescencia derivan de la diferencia entre los adolescentes y sus padres; cuando los hijos comienzan a cuestionar las reglas impuestas en casa; pues existe en parte la llamada presión social.
Los adolescentes quieren encajar en el grupo de amigos que eligieron, para lograrlo procuran sorprenderlos con sus acciones, aunque estas no sean las más adecuadas y vayan en contra de la crianza recibida.
Incluso, si la etapa de la niñez estuvo marcada por una crianza difícil y problemas dentro del núcleo familiar, es más probable que el hijo en etapa adolescente sea algo rebelde.
Como quiera que sea, aunque pueda parecer imposible de resolver, la rebeldía puede llegar a mermar con el paso de los años y la llegada de la adultez. Mientras eso sucede, te sugerimos qué hacer para lidiar con un hijo rebelde.
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¡Stop!
En primer lugar, evita las comparaciones porque esto destruye la autoestima de tu hijo. Si constantemente estás comparándolo con los hijos de los demás, esto no ayuda en nada a tu relación con él.
Recuerda, además de ser una mala estrategia, le estás produciendo un profundo daño emocional, lo que puede resultar en más rebeldía.
Debes entender que se trata de algo normal, que esta es una situación que puede parecer agobiante, pero todos los padres en algún punto pasan por eso.
Lo que tu hijo está viviendo es algo completamente normal, y una vez que lo entiendas podrás comprender también el porqué de sus actitudes y cómo lidiar con ellas.
Entiende que tu hijo y tú no son la misma persona, no tienen los mismos ideales y tampoco las mismas aspiraciones; por tanto no te proyectes en él.
Incluso, presionarlo constantemente para que haga las cosas que tú quieres puede producir resentimiento y que haga todo lo contrario a lo que anhelas.
Esta es una etapa de constantes cambios, tanto físicos como psicológicos, esto puede resultar en cambios repentinos a nivel emocional.
No te burles si tu hijo dice que se siente triste, o si se siente ansioso. Apóyalo y hazle saber que entiendes cómo se siente.
Piensa que tu hijo ya creció, se está convirtiendo en una nueva persona y necesita todo tu apoyo, no lo trates como si fuera un niño, asume que ya creció.
Lidiar con un hijo rebelde puede ser difícil, pero ten en cuenta que esta situación no durará para siempre.
A medida que tu hijo vaya asumiendo su individualidad, la rebeldía propia de la adolescencia se irá disipando y podrás convivir con él de nuevo de una manera más sana.
Edúcalos
Especialistas indican que la rebeldía proviene de no disciplinar de forma consiente a tus hijos; es decir, que en algunas situaciones lo castigas y en otras no. Es imprescindible establecer reglas claras y si no las cumple, aplicar un castigo acorde a su edad.
También debes saber que el respeto se aprende en casa, por lo que no debes permitirle faltas de respeto hacia ningún miembro de la familia. Expertos señalan que el niño que no sabe tratar a los más cercanos, tampoco lo harán con los de afuera.
En este mismo sentido, déjale claro que tú representas la autoridad. No toleres que te grite. Si desde pequeño tu hijo te grita y hasta te levanta la mano, lo hará toda la vida si no se le corrige de inmediato.
Si lo hace, explícale que no tolerarás su acción pues así formarás a una persona respetuosa. Si es reiterativo, no lo dejes pasar.
Por otra parte, aunque te cueste no reírte de sus maldades, debes controlarte porque si te ríes le envías como mensaje que está bien y volverá a repetirlo.
Es fundamental que eduques a tus hijos con amor, con disciplina positiva, abrazos, cariños y tiempo de calidad.
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2021-11-01
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