La autoestima en los niños se desarrolla cuando se esfuerzan por alcanzar una meta y sus esfuerzos dan frutos.
Lograr cosas los hacen sentir bien y les refuerza que son capaces de enfrentar nuevos desafíos, e incluso, aprenden que fallar no es un problema o fracaso; sino una nueva oportunidad.
En este proceso de desarrollo de la autoestima en los niños, los padres juegan un papel importante y decisivo.
Los padres y la autoestima en los niños
Es importante que los padres enseñen a sus hijos a ser asertivos, es decir, a que conozcan sus derechos, limitaciones, metas, que sepan decir “no”, pedir lo que necesiten, controlar su ansiedad, y defenderse.
Los niños con una buena autoestima se sienten orgullosos de lo que son capaces de hacer, y ven las cosas positivas sobre sí mismos. Ellos aprenden a gustarse y respetarse.
Cabe acotar que, en este proceso de desarrollo, la interacción diaria con los padres es fundamental.
Para ello, dales amor incondicional, evita compararlos y etiquetarlos. Acéptalos como son; sé un modelo para tus hijos y acéptate tal como eres.
Valida lo que sienten para que aprendan a manejar sus emociones y a resolverlas.
Recuerda que los padres forjan pensamientos saludables o contraproducentes en los niños; y estos afectarán su formación de la autoestima, lo que en el futuro podría generar personas inseguras, indecisas e incapaces de alcanzar sus metas.
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¿Qué hacer?
– Evita las etiquetas y comparaciones.
– Elogia a los niños cuando realizan cosas positivas y remárcalas, siempre sin sobrevalorar.
Si les remarcas las cosas positivas, tus hijos tendrán la sensación de haber logrado algo y su autoestima se fortalecerá. Además, sabrán por qué.
– Escúchales y bríndales un espacio de intimidad para que puedan hablarte y tú puedas responderles.
– Trata a tus hijos con respeto y pídeles que se respeten a sí mismo.
– Reconoce sus esfuerzos y marcarles que para conseguirlo hay que persistir, aceptando los malos momentos y las frustraciones.
– Aliéntalos, independientemente de la edad que tengan, ellos necesitan tu apoyo.
– Estimúlales para que tomen sus propias decisiones y puedan resolver sus problemas, aunque se equivoquen, ya que para aprender a manejar las desilusiones y frustraciones, primero hay que vivirlas.
– Deja que cometan errores, porque es algo que no puedes evitar y además, tienen que aprender a superarlos.
– Ve dejando que asuman responsabilidades acordes a sus edades. Darles responsabilidades alcanzables les ayuda a crecer y madurar, e incluso sentirán que confían en ellos.
– Fomenta la cooperación y la participación. Esto favorece la autoestima y la confianza en los demás, y aprenden a trabajar en equipo.
– Establece límites acorde a su edad.
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2022-05-27
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