El ejercicio te prepara para una jornada enriquecedora, productiva, enérgica y positiva para tu salud. Lo primero que debes considerar es mantener una buena alimentación y, además, hacer un mínimo de actividad física para que tu cuerpo esté en movimiento.
Ejercicio feliz
Con 30 minutos diarios será suficiente. Incluir el ejercicio en la rutina aporta múltiples beneficios.
– Reduce el riesgo de padecer una enfermedad cardiaca, hipertensión arterial, osteoporosis, diabetes y obesidad.
– Mantiene la flexibilidad de las articulaciones, tendones y ligamentos, lo que facilita el movimiento y disminuye las probabilidades de sufrir caídas.
– Reduce algunos de los efectos del envejecimiento, especialmente los malestares ocasionados por la osteoartritis.
– Contribuye con el bienestar mental y ayudar a tratar la depresión.
– Alivia el estrés y la ansiedad.
– Aumenta la energía y la resistencia.
– Mejora el sueño.
– Garantiza que se mantenga un peso normal al acelerar el metabolismo (la velocidad a la que el cuerpo quema calorías).
Libera el estrés
– La mayoría de las personas vive en un estado de ansiedad por los hábitos y ritmo de la rutina actual; por eso es necesario que tomes un respiro y medites un poco. Si caminas por la calle durante 30 o 45 minutos diarios, el aire fresco despejará tu mente, gracias a la oxigenación que tendrá tu cerebro.
– Otra opción es darte un baño antes de ir a dormir y beber una taza de té, esto aliviará la tensión del día y te ayudará a tener más energía por la mañana. Adicionalmente, trata de escuchar música, planificar tu semana, hacer ejercicio y, sobre todo, tomarte tiempo para ti.
Rutina habitual
Iniciar tu día con buen pie te garantiza que el resto de la jornada sea satisfactoria. Lo primero que debes hacer es asegurarte de dormir lo suficiente cada noche. Los adultos necesitan entre siete a ocho horas de sueño.
– Si está dentro de tus posibilidades haz ejercicio matutino, esto te va a ayudar a que te sientas con más energía.
– Recuerda que un buen desayuno no puede faltar: leche, fruta, tostadas y cereales, es un buen ejemplo.
– Los adultos necesitan beber por lo menos 1.5 litros de líquidos al día. Necesitarás una mayor cantidad si hace calor o si practicas deportes.
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