Los juegos de azar pueden ser adictivos y tener efectos negativos en la salud mental, aunque la mayoría de las personas son jugadores sociales, es decir que comparten un momento y se alejan sin generar ninguna adicción, también existen los jugadores patológicos o ludopatas que son quienes no controlan sus apuestas.
Entre las situaciones mas comunes que motivan a un jugador compulsivo se encuentra lidiar o escapar del estrés y la rutina, la acaricia de querer ganar dinero "fácil" y en el peor de los casos "intentar recuperar el dinero perdido". Estás actividades recreativas implican incertidumbre para el jugador, algo que en muchas ocasiones los lleva al extremo apostando bienes materiales, o incluso robando para "mantenerse en la jugada".
Fue por ello que, en el año 2011, el entonces presidente de Venezuela Hugo Chávez, ordenó el cierre de todos los casinos y bingos en Venezuela. La medida se justificó en su momento como una forma de combatir la corrupción y "el juego problemático que contribuía a la descomposición social". A pesar de esto, en 2021 el actual presidente, Nicolás Maduro, canceló está prohibición con el fin de impulsar el sector turístico y la economía nacional, con la única petición de que no está permitido la publicidad de cualquiera de estos juegos y como exigencia la edad mínima para participar es desde los 18 años. Las leyes que regulan estos juegos son:
- Ley para el Control de los casinos, salas de bingo y máquinas tragamonedas.
- Ley de Impuestos a las actividades de juegos de envite o azar.
- Ley contra la Delincuencia organizada y financiamiento del terrorismo.
Los locales y casinos deben estar ubicados únicamente en zonas turísticas del país para que puedan ejercer libremente.
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