Evita que las bacterias y enfermedades lleguen a tu cama

Las bacterias y enfermedades pueden llegar a tu hogar por diferentes vías y hasta alojarse en los muebles, incluyendo la cama.

Allí, según los expertos, las personas pasamos casi un tercio de nuestras vidas; por lo que es imprescindible garantizar una perfecta higiene.

Conseguir que la cama no se convierta en un foco de enfermedades no depende solo de cuidar la ropa y mantener el aseo personal, también conviene modificar algunos hábitos.

Higiene para evitar bacterias y enfermedades

Cuando de cuidar la higiene de la cama se trata, es imprescindible adoptar algunos hábitos dentro de la rutina de limpieza y así garantizar una cama fresca, que evite alergias y facilite un descanso pleno.

Para ello es clave mantener las sábanas siempre limpias. Cámbialas mínimo una o dos veces a la semana, pues sudamos mientras dormimos. Por otra parte, evita hacer la cama inmediatamente al levantarte por la mañana, pues atraparás la humedad en la cama y esto alimenta a los ácaros del colchón, porque así creas el ambiente ideal para que se reproduzcan.

También es fundamental sacudir y ventilar las sábanas, almohadas y otras piezas que estén en la cama, incluso toda la habitación para ahuyentar los ácaros.

Además, renueva con cierta periodicidad las almohadas para garantizar el soporte correcto y su higiene.

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Toma en cuenta

Aunque creas que la higiene de la cama se basa en cambiar la ropa de cama, te equivocas, es clave que el mantenimiento se enfoque incluso en modificar algunos hábitos. ¿Por qué? Cuando cambias algunos hábitos evitas bacterias y enfermedades.

Por ejemplo, debes evitar colocarte cremas antes de acostarte ya que muchas contienen aceites y grasas, las cuales pueden manchar la ropa, ocasionar lesiones en la piel como acné o irritación.

Lava el protector del colchón con cierta frecuencia para eliminar el sudor, la caspa y las células muertas de la piel. Además, voltea y cepilla o aspira el colchón una vez al mes para eliminar la suciedad que se acumula.