Las parejas entre las sábanas comparten buenos y malos momentos; sin embargo, el sueño de todos es vivir siempre un idilio y para ello deben respetarse el uno al otro.
Es decir, recordar a parejas anteriores, comparar, u olvidarse del nombre de la otra persona, es una falla de la cual se deben cuidar tanto hombres como mujeres.
Bajo las sábanas
En primer lugar, debes saber que no todo está escrito en materia de sexualidad, ni existe una regla general.
Lo que sí existe es la posibilidad de que cada pareja escriba su propia historia, tenga su propio manual de acuerdo a sus gustos, necesidades y preferencias.
La idea es que al establecer los mandamientos entre las sábanas se asegure que ambos miembros de la pareja tengan una experiencia placentera y que tengan el deseo de repetirla.
Partiendo de ello, expertos indican que es importante que estas reglas o mandamientos que se darán entre esas cuatro paredes, se establezcan cuando se entiendan los límites del otro, es decir, cuando se pregunta y se sugiere con respeto y sin presionar sobre lo que gusta y lo que se quiere hacer.
Comparar
Desde niños se dice que las comparaciones son dañinas, y entre las sábanas no es diferente. Debes tener presente que nada enfría más a una persona que andar contando intimidades de alguien que no está involucrado.
En honor al momento que vas a pasar con esta persona y por respeto a ella, cierra la boca, y no digas nada malo ni bueno en relación a un tercero.
Olvidar el nombre
Equivocarse de nombre antes, durante o después del encuentro sexual es un grave error. Pero no hay que hacer un drama, es bueno ofrecer excusas y no alargarse en la historia.
Hablar de más y explicar lo que muchas veces es inexplicable, puede terminar muy mal; no te enganches en el tema.
Saber usar las palabras
Existen palabras mágicas como “Por favor” y “Gracias”, ambas pueden resultar beneficiosos entre las sábanas, siempre y cuando se empleen de manera oportuna.
Una frase como ¡Qué rico por favor no pares! es el mejor estímulo que los hombres pueden tener. No obstante, un “gracias” al final, es catastrófico, porque puede significar ¡Qué mal polvo!, por ejemplo.
También existen palabras que pueden resultar groseras si se saca de este contexto, pero que caben perfectamente entre sábanas, y si encienden la pasión, no te cohíbas en decirlas una y otra vez.
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Adiós códigos
Durante mucho tiempo se ha dicho que las mujeres hacen uso de “No, que es un Sí”, en la cama no es momento de jugar con códigos indescifrables, pues no hablar con claridad puede llegar a causar malos entendidos.
Si ya están en la cama es porque han logrado una conexión y no conviene perderla por un problema en la comunicación.
“Hablar claro y raspado” es la única manera que puede llevar a buenos términos una relación.
¡Atención!
En el encuentro sexual la atención debe estar dirigida a la persona que está contigo, por lo tanto, evita responder llamadas, o enviar mensajes mientras estás en la cama. ¡No hay nada que arruine más la pasión que la falta de atención!
Todo a mano
Es de muy mal gusto calentar a una persona y dejarla iniciada por no tener condón.
Tener todos los jugueticos a mano es clave para que ambos puedan disfrutar el momento.
En conclusión, el sexo necesita confianza para poder avanzar, pero también un condón para no arriesgar la vida y la salud.
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2021-12-11
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