Si crees que estás sufriendo de retención de líquidos porque presentas hinchazón en algunas zonas específicas del cuerpo como tobillos, piernas y zona abdominal, e incluso sientes que has aumentado de peso inexplicablemente, o ha disminuido la micción; es momento de visitar un médico.
Aunque esto es muy común en épocas de verano por las altas temperaturas, las personas no se deben descuidar, porque también puede ser consecuencia de que algo no está bien en el organismo y ser perjudicial para la salud en general.
Retención de líquidos
La retención de líquidos es un problema que se presenta cuando en el cuerpo se rompe el equilibrio que regula y mantiene los niveles de agua y solutos en los diferentes compartimientos; es decir, que aumenta el volumen de líquido intersticial en los tejidos.
La molestia puede ser patológica o no patológica. En el primer caso puede estar causada por problemas circulatorios, insuficiencia cardiaca y enfermedades renales o hepáticas.
Mientras que en el segundo caso, responde mayormente a una dilatación de las venas durante la época donde las temperaturas son más altas, o por sedentarismo.
Como en ambos casos los síntomas son similares, es vital hacerse un seguimiento y tomar las medidas pertinentes para ajustar el tratamiento adecuado y evitar mayores daños a la salud.
Causas
– Incorrecta hidratación.
– Consumo elevado de alimentos ricos en sal.
– Enfermedades derivadas del corazón, hígado o riñones.
– Cambios hormonales en el embarazo o la ovulación, o alteración de la tiroides.
– Consumo de algunos medicamentos.
– Problemas de circulación.
– Pasar muchas horas de pie o sentado.
– Sedentarismo.
¿Qué hacer?
– Mantener una alimentación balanceada, variada y equilibrada.
– Incluir alimentos ricos en potasio, tales como calabacín, patatas, legumbres, piña, plátanos y albaricoques, pues este mineral regula los niveles de agua en el organismo. También se sugiere incluir en su menú alimentos diuréticos como sandía, tomate y pepino.
– Limitar el consumo de sal. Puede sustituirla por hierbas aromáticas como perejil u orégano para condimentar los alimentos.
– Beber mínimo 2 litros de agua al día porque esto ayuda a depurar el organismo y reestablecer el equilibro hídrico. Recuerda no superar los cuatro litros diarios para evitar la retención de líquidos por sobrecarga.
– Cuidar y mantener un peso saludable.
– Practicar ejercicios, bailar, nadar y hasta caminar ayuda a mantener una vida activa, y por ende evita la hinchazón y las piernas pesadas.
– Utilizar medias elásticas, las cuales ejercen presión en los vasos sanguíneos y mejora el retorno venoso.
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Evita
– El consumo de quesos curados y semicurados ya que contienen mucho sodio.
– Los ahumados, embutidos, patés, salchichas y charcuterías, ya que contienen elevadas cantidades de sal y conservantes.
– Los pescados en conserva, ahumados y salados.
– Las verduras enlatadas por su contenido de conservantes ricos en sodio.
– Caldos concentrados, alimentos precocinados, comidas rápidas preparadas, mayonesa, salsa de soja, mostaza, kétchup, entre otras salsas comerciales.
– Utilizar ropa ajustada ya que impide la correcta circulación.
– El consumo de alcohol y cigarrillo porque son nocivos para el correcto funcionamiento del aparato circulatorio, riñones e hígado.
Toma en cuenta
Es importante tener presente que la mayor parte de la ingesta de sodio no proviene de la sal de mesa, sino del consumo de alimentos procesados; por tanto es fundamental que se incluyan en la alimentación diaria, alimentos naturales como frutas, legumbres, verduras, carnes y pescados frescos.
Por otra parte, se sugiere beber infusiones de plantas con propiedades diuréticas como diente de león, cola de caballo, saúco o abedul.
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2021-11-22
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