El limón es una de las frutas con un alto contenido de vitamina C, un nutriente indispensable que fortalece el sistema inmunológico, que, además, según los expertos si se consume de manera habitual ayuda a prevenir infecciones, gripes y enfermedades respiratorias.
También posee antioxidantes que protege las células del daño causado por los radicales libres, y con ello reduce el riesgo de enfermedades crónicas.
Lo mejor de todo, es que se puede aprovechar desde la pulpa, su concha y hasta las semillas.
¿Por qué incluir el limón en la dieta?
Esta fruta destaca por su contenido de vitamina C, complejo B, calcio, magnesio, potasio y fibra. También azúcares, agua y carbohidratos, según refiere el sitio web Mejor con Salud.
Por tanto, su consumo de manera habitual aporta al organismo vitaminas y minerales esenciales para su correcto funcionamiento, además, de otros beneficios como, es antibacteriano, antiinflamatorio y antiparasitario.
Además, ayuda a controlar la presión arterial alta, previene los cálculos renales, y contribuye a la pérdida de peso.
Estos son solo algunos de los beneficios que aporta el limón para la salud y cuentan con respaldo científico, sin embargo, la recomendación es incluirlo en la dieta cuidando mantener una alimentación equilibrada y acompañada de actividad física.
No botes las semillas
A todos los beneficios antes señalados se les suma que la ingesta de las semillas de limón son un complemento nutritivo con un alto contenido de proteínas, aceite vegetal y fibra.
La página web El Tiempo comparte que un estudio de la Universidad de Guadalajara señala que estas semillas no son tóxicas, todo lo contrario, contienen ácido salicílico, el mismo compuesto presente en la aspirina, conocido por sus propiedades antiinflamatorias y analgésicas, destaca una investigación de la Facultad de Biociencias Aplicadas de la Universidad Nacional de Kyungpook, en Corea del Sur.
Por otra parte, la investigación refiere que las semillas de limón son ricas en fenoles, sustancias antioxidantes que ayudan a combatir el envejecimiento celular y proteger al organismo del daño causado por los radicales libres.
Si deseas aprovecharlo al máximo, puedes agregarlas enteras o trituradas en jugos y batidos, espolvorearlas sobre las ensaladas, añadir en el yogur para aportarle textura o mezclar con miel, jengibre o ajo para crear un remedio natural para la tos y el dolor de garganta.
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