La vida del actor Sócrates Serrano dio un vuelco el día que escuchó la temible frase “tienes cáncer”. El 26 de diciembre de 2017 fue diagnosticado con un adenocarcinoma en la parte final del colon, cuya ubicación especialmente difícil le daba pocas posibilidades de salir bien librado.
Para el galán era más el miedo a quedar incapacitado que el temor a la muerte, pese a que ya el tumor rondaba el estadio 3. Pensar en vivir con una colostomía lo hacía sentir terror. No tenía síntomas evidentes: dos años antes del diagnóstico le encontraron pólipos benignos y le advirtieron que debía hacerse chequeos. Pero cuando aparecieron los sangrados ya el cáncer había avanzado.
“Mi médico decidió utilizar un procedimiento que se hace en Brasil para sexagenarios, que se llama watch and wait: implica evaluar la zona, utilizar quimioterapia y radioterapia y no hacer cirugía hasta ver si ambos tratamientos eliminan al tumor. Y como medía 1,5 cm y estaba en una zona complicada, gracias a ese procedimiento y ‘otras influencias’ todo fluyó”, cuenta.
Esa ayuda “extra” vino gracias a José Gregorio Hernández, el santo criollo a quien Sócrates desconocía. Su amada hermana Serge al verlo tan vulnerable lo invitó a una cita con la fe. “Me dijo ‘vístete que vamos a ver a Gregory’ y fuimos a la iglesia La Candelaria donde están sus restos. Me habían regalado escapularios, figuras de madera, libros, estampitas y empecé a investigar sobre él. Me sedujo que había estado entre la religión y la ciencia, y yo siempre estuve entre dos mundos, que eran actuación y psicología. Pensé que teníamos similitudes”.
Conexión y cambio
Hijo de madre católica y padre ateo Sócrates decidió tener fe por primera vez en su vida, y en una difícil sesión de radioterapia le pidió a “Goyo” que lo ayudara. “Ya había soñado con él. Primero fueron dos ciclos de quimioterapia y 28 sesiones de radioterapia, esperamos que cicatrizara para hacer una cirugía con cortes limpios y luego se tomó una muestra. Al ver que ya no había cáncer me hicieron cuatro ciclos de quimio preventiva. Por primera vez en mi vida me entregué a la fe y José Gregorio fue ese gran intermediario para conectarme con ella”, revela emocionado.
Tras esta experiencia cercana a la muerte hubo en Sócrates Aristóteles un cambio en su concepción del mundo y de la vida. “Comencé a ver las cosas más simples y sencillas. Aprendí a diferenciar entre un milagro y un favor, me dijo un sacerdote que yo recibí un favor de José Gregorio porque estuvo su mano como intermediario de Dios”.
Toda esta experiencia superior lo llevó a hacer un monólogo llamado Gregory canal de fe. También el libro “Grego”, donde el fotógrafo Mauricio Donelli retrata la vida de JGH a través de sus viajes por el mundo.
“Cada vez que lo interpreto en las fotos es una manera de agradecer y honrar. El libro está dedicado a mi hermana que falleció de Covid-19. Hay un capítulo dedicado a ella. El círculo se cerró: mi hermana me llevó a la iglesia en vida cuando era beato, luego voy a la exhumación, ella muere y voy a la beatificación a leer unos textos. Yo agarré una carpeta de textos en mi casa sin fijarme y cuando la abrí en la iglesia estaba una foto de ella sonriendo, como diciéndome aquí estoy. Lloré…”.
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Destino y verdad
Sócrates se preguntó qué personaje sería útil para desmarcarse de El venerable, y llegó a través de Basilio Álvarez y el grupo Skena: se trata de Olavi en la obra Laponia, una comedia dramática que estará en el teatro Trasnocho durante seis semanas. Allí comparte escenario con Patty Oliveros, Marcos Moreno y Nerea Fernández. “La obra habla de mentir o decir la verdad. Tiene que ver cómo nos educan nuestros padres, la diferencia de culturas, las costumbres, el proceso migratorio, lo fragmentados que estamos en Venezuela por el éxodo… Mi personaje es un finlandés muy creativo que va de lo correcto y la soberbia a la ruptura”, revela.
También usa sus redes sociales para dar tips sobre salud mental, dada su experiencia como psicólogo clínico. Esto le da un propósito a su vida, que es servir y ayudar. “Lo que está pasando -y es mi punto de vista- es que los patrones de vida que nos han vendido son muy inalcanzables. Las redes sociales muestran felicidades falsas, modelos de éxito y progreso ficticios. La vida también es problemas, estamos criados con un modelo que no nos entrena ante las dificultades y por eso nos frustramos. La depresión y la ansiedad son las nuevas pandemias, porque hay expectativas de éxito muy elevadas”, explica.
“Es lamentable lo del Miss Venezuela”
El actor y psicólogo reveló el fraude en el Miss Venezuela 2022. “Soy un hombre que ama la verdad, salvo cosas muy íntimas yo soy muy transparente. Fue triste haber sido jurado en el Miss Venezuela y que nuestros votos no valieran. Es lamentable porque es un concurso emblemático que forma parte de nuestra idiosincrasia, me sentía honrado por compartir con gente que yo admiraba”.
Por Criss Monterrey @crissmonterrey
Fotos Juan José Alonso
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2023-02-03
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