Cortesía Amnistía Internacional
"En todo el mundo hay gobiernos hipócritas ante la tortura: la prohíben en la ley, pero la facilitan en la práctica", son palabras de Salil Shetty, secretario general de Amnistía Internacional, que engloban el mensaje de la nueva campaña Stop Tortura en la que se denuncian las décadas de mentiras de países que se han comprometido a desterrarla de sus prácticas.
“Tortura en 2014: 30 años de promesas rotas” ofrece una perspectiva general del uso de la tortura en el mundo actual. El texto también detalla diversas técnicas que se emplean contra presuntos delincuentes, detenidos por motivos de seguridad, voces disidentes, rivales políticos y otros.
A pesar de que la lucha global de Amnistía Internacional contra estas prácticas comenzó hace 30 años, cuando encabezó la campaña a favor de un compromiso mundial para combatirla, la campaña Stop Torture centrará su esfuerzo para lograr cambios tangibles en cinco países donde está generalizada esta práctica: Marruecos, Sahara Occidental, Nigeria, Uzbekistán y México.
Venezuela, país donde se tortura
Este análisis para medios presentado por la organización mundial de defensa de derechos humanos, señala la recurrente utilización de la tortura en América Latina y hace mención al caso de Juan Carrasco, ocurrido en el marco de las recientes protestas en Venezuela, como parte de un patrón de torturas y otros tratos crueles contra personas que se manifiestan contra los gobiernos.
Actitudes frente a la tortura
Como parte de la campaña, Amnistía Internacional encargó a GlobeScan una encuesta a 21.000 personas de 21 países de todos los continentes para evaluar las actitudes hacia la tortura, resultando los siguientes datos:
El 44% de los encuestados (de 21 países de todos los continentes) temen la posibilidad de ser torturados si son detenidos en su país.
El 82% quiere leyes enérgicas que los protejan de la tortura.
El 36% piensa que la tortura puede justificarse en ciertas circunstancias.
“En conjunto, se puede ver un amplio apoyo global de la opinión pública a que se actúe para prevenir la tortura", afirmó Caroline Holme, directora de GlobeScan.
Qué solicita Amnistía Internacional
La espina dorsal de la campaña Stop Torture está formada por informes de fondo con recomendaciones concretas. Amnistía Internacional pide a los gobiernos que implanten mecanismos de protección para prevenir y castigar la tortura, como exámenes médicos adecuados, el acceso rápido a los abogados, controles independientes de los centros de detención, investigaciones independientes y efectivas de las denuncias de tortura, el enjuiciamiento de los presuntos autores y una reparación adecuada a las víctimas.
"La tortura no sólo está viva y goza de buena salud: florece en muchas partes del mundo. Los gobiernos que tratan de justificar la tortura como pretexto de la seguridad nacional erosionan los 30 años de avances logrados en este terreno (desde 1984, con la Convención contra la Tortura de la ONU). Resulta descorazonador que hoy sigamos necesitando una campaña mundial para garantizar que esas promesas se cumplen", enfatiza Shetty.