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Año escolar fue feo para comerciantes

Sabado, 01 de julio de 2017 a las 08:00 pm
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Marleska Irausquín | [email protected]

El año escolar está por terminar y representa el fin de la temporada para los vendedores de helados y transportistas, quienes, además, se vieron afectados por los aumentos salariales durante todo el periodo. Ahora, consideran dedicarse a trabajar en otras labores. 

Los trabajadores tienen desconcierto porque sus ingresos bajaron y consideran atractivo agarrar otros caminos más lucrativos. Los representantes se quejan por los precios, pero los comerciantes que están a los alrededores de los colegios afirman que hacen un intento por mantenerse con las ventas.

Los transportistas son otros de los más afectados, debido a que tienen que aumentar los precios y los niños se han ido del país, por lo tanto su lista de infantes ha bajado. Yelicsa Paredes, transportista desde hace 18 años, dice que cada vez que el presidente Nicolás Maduro aumenta el salario, ella debe incrementar sus tarifas y los padres reclaman.

Buscar otras cosas. La difícil situación hace que los transportistas consideren dejar el trabajo para dedicarse a nuevos trabajos. Paredes dice que “verá qué hace” cuando la labor se vuelva insostenible, porque no alcanza para pagar los repuestos y tampoco para comer.

Cada vez que suben los precios, los dueños de los transportes se organizan para ofrecer tarifas parecidas. En los años anteriores se hacía un aumento al año, ahora son con frecuencia. El año escolar comenzó y Paredes cobraba Bs 8 mil, al terminar, la mensualidad es de Bs 30 mil.  

Bajaron las compras. Los vendedores informales buscan alternativas para mantener a los clientes. Ofrecen nuevos productos más económicos. Los heladeros de Tío Rico y Efe han tenido que empezar a comercializar chupis porque son más baratos. Al igual que los puestos de chucherías, ahora venden donas, cotufas, chupetas y todo lo que consiguen.

Miguel Ramos, vendedor de helados, quien labora en el barrio La Vega, visita el Colegio Fundación Carlos Delfino porque los estudiantes representan su mayor clientela. Alega que sus ventas han bajado por “la guerra económica”. Tiene 14 años desempeñando su labor y asegura que el aumento tan seguido de los de precios es por “los americanos”.

Un vendedor, quien pidió no ser identificado, cercano al Colegio San Agustín de Las Fuentes, afirma que ha tenido que ampliar el abanico de productos para poder mantenerse, los estudiantes ya no compran con tanta frecuencia y se vienen incrementando desde hace un año. Si las circunstancias siguen así, tiene pensado ir a otros lugares para conseguir mejores ventas.

Manifestaciones buenas. Las tutoras de tareas dirigidas han tenido un buen año escolar, debido a las manifestaciones y la suspensión de clases. Los representantes se preocupan por sus hijos y buscan mantener el hábito de  estudio en clases particulares.

Vanesa Guisandes, profesora de tareas dirigidas, asegura que la situación la ha favorecido porque ahora los niños asisten más horas. Los padres no quieren que los alumnos “pierdan el hilo”, por lo que ha incrementado el número de niños en las clases.

Antes, cobraba por día pero no era viable, por lo que Guisandes decidió ajustar el costo a la cantidad de horas en la que el niño está en la tarea dirigida. Lo normal es que asistan de dos a cuatro horas de lunes a viernes, todas las semanas.

2017-07-02