Carlos Carreño Zabala
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Este año se encuentra próximo a morir y la escasez que hay en el país de una gran cantidad de medicamentos sigue estando más viva que nunca. Los venezolanos continúan "pasando las de Caín" para poder obtener muchos de los fármacos para el tratamiento de las patologías y enfermedades que los aquejan. Hay medicinas como los anticonvulsivantes que siguen "perdidos" de los anaqueles farmacéuticos.
En un recorrido realizado por el equipo del Diario 2001 por diversas farmacias de la ciudad capital, se pudo conocer que medicamentos como el fenobarbital, valpron, tegretol y trileptal, que son los mayormente utilizados para tratar las convulsiones y las crisis epilépticas, no se encuentran desde hace un buen tiempo entre sus inventarios.
"Fenobarbital tiene tiempo que no llega. Valpron llega de vez en cuando, pero no todo el tiempo y en cuanto llega se agota rápido", cuenta José Rodríguez, aprendiz de farmacéutico de Farmacia Saas.
"Ha pasado mucho tiempo desde que llegó algún anticonvulsivante a esta farmacia. A la gente que los viene buscando los mandamos a farmacias de alto costo o del Gobierno", dice Yajaira Quintero, trabajadora de Farmayor.
Según el portal web de establecimientos como Locatel, medicamentos como gardenal y carbamazepina, otros de los anticonvulsivantes, tampoco se encuentran disponibles en ningunas de sus presentaciones.
La mayoría de los locales destinados a la industria farmacéutica no cuentan con este tipo de fármacos en parte por los bajos precios de los mismos. "El fenobarbital ronda los Bs 9 y el valpron los Bs 14″, indica José Rodríguez de Farmacia Saas.
A quienes van en busca de las medicinas, los empleados sólo les pueden recomendar visitar otras botiquerías o consultar al médico para que le prescriba otro medicamento parecido al indicado. Sin embargo, las sugerencias son poco fructíferas.
A pesar de eso, el caso de Farmatodo es un poco más alentador. Esta farmacia tiene un convenio con el Gobierno nacional para suministrarle los anticonvulsivos de forma gratuita a aquellas personas que los requieran.
"Los pacientes tienen que ir con un informe médico original y fotocopia de la cédula a algunas de las sedes de Farmatodo en la que rija el convenio porque éste no aplica para todos los Farmatodos", explica la Dra. Ana Echenique, de esa red farmacéutica.
El acuerdo sólo aplica para aquellas sedes de esta conocida farmacia que se encuentren cerca de centros hospitalarios.
"A la persona se le da el fármaco si en el momento de la solicitud está disponible sino se registra al paciente y se le avisa en cuando llegue, pero se le da prioridad a aquellos que sufran de Parkinson. Además, se verifica en el sistema en cuál otra sede se puede conseguir y se le informa", agrega Ana Saénz, empleada de Farmatodo.
En estos establecimientos en donde no rige el acuerdo, las pastillas llegan a duras penas. "Después del convenio, nos han llegado los anticonvulsivos pero muy poco. Nos ha llegado keppra, lamictal, valpron y tegretol en jarabe y tabletas, pero no tan frecuentement", dice la Dra. Ana Echenique.
Más "perdidos"
Otros de los medicamentos que se encuentran ausentes de las farmacias son aquellos que tienen bajos precios o están regulados. El atamel, la loratadina, la aspirina, el euthyrox y glucofage, cuyos precios rondan los Bs 5 y 20, llegan muy poco y cuando hay se agotan rápidamente.
Ante esta situación, la gente prefiere comprar otros medicamentos parecidos o en presentaciones distintas no reguladas. "La gente lleva los medicamentos que son más caros porque no les queda de otra", expresa Yajaira Quintero, trabajadora de Farmayor.
El dato
Las sedes de Farmatodo cercanas a centros hospitalarios tienen convenio con el Gobierno nacional para suministrarle de forma gratuita los anticonvulsivantes a los pacientes que los requieran. El que se encuentra en Vista Alegre, Maternidad, Plaza Caricuao, El Paraíso (cercano a la Clínica Loira) , entre otros, son algunos en donde aplica el acuerdo.
2016-12-17