Redacción 2001
El municipio Libertador hay que “resetearlo”. Los problemas en la juridicción van desde semáforos dañados y servicios públicos por el piso y hasta calles en mal estado e inseguridad reinante.
Desde hace más de una semana hay un gran bote de aguas piches en la avenida Lecuna, entre las esquinas de Teatro y Cipreses, en pleno centro de la capital. La cantidad de agua sucia es tal que inunda varias de las transversales de la parroquia Santa Teresa y ya está erosionando el asfalto y abriendo huecos a su paso.
Pero las aguas negras no sonlas únicas que afectan las vías. Los llamados “Hidrohuecos”, trabajos dejados a media por Hidrocapital, son parte del panorama de los caraqueños.
La falta de semáforos también son un dolor de cabeza. Desde hace un año no sirve el que está en la esquina Hospital, bajando desde la esquina Miracielos (en la avenida Lecuna), y hace unos meses un carro se llevó por medio el de la esquina El Hoyo y hasta la fecha las autoridades no lo han repuesto.
Conductores también reportan que los semáforos dañados se “multiplican”. En la avenida Baralt hay más de uno que tiene fallas, en la Redoma La India también ha presentado problemas, por la avenida Panteón hay uno que otro con problemas y el ubicado en el puente de La Yaguara tiene más de cuatro meses sin funcionar.
Además, hay quienes critican que los policías de tránsito cuando se ponen a “dirigir el tráfico” lo que hacen es congestionar más las zonas.
El gran rollo. En la avenida San Martín, La Vega, El Valle, Coche El Paraíso y Vista Alegre la basura puede pasar días sin que la recojan, pues los camiones de SupraCaracas cada vez transitan con menos frecuencia por esas zonas y los contenedores se quedan pequeños a las pocas horas por la cantidad de desperdicios que dejan los vecinos y negocios. Esa situación se replica en varios sectores de la ciudad.
Desde hace dos semanas en la Cota 905 se registran protestas por falta de recolección de los desperdicios. En más de una oportunidad han trancado la vía con la propia basura. Sin embargo, los residentes aseguran que las autoridades no dan respuesta.
En diputado de la Asamblea Nacional José Guerra ha denunciado en varias oportunidades la situación de los desechos sólidos, alertando sobre la proleferación de insectos y roedores. Las enfermedades también están a la orden del día.
Lo que tampoco han recogido las autoridades es la propaganda electoral.
El 11 de diciembre las corporaciones de servicios de Distrito Capital y municipio Libertador comenzaron a recolectar parte de los afiches de la hoy alcaldesa, Érika Farías. Sin embargo, para el día de ayer aún se podía el “Vota por Érika” en varias calles y avenidas principales de la ciudad.
A mano armada. La poca presencia de funcionarios de la policia municipal en sectores importantes de la jurisdicción le da margen al hampa para actuar a diestra y siniestra.
En la parroquia 23 de Enero aseguran que los funcionarios no se ven “ni en pintura”. Incluso, residentes denuncian que la zona es manejada por colectivos.
Los funcionarios se pueden ver, por lo general, en vías principales como las avenidas San Martín, Bolívar, Sucre y Baralt, pero solo cuando hay sol, pues cuando éste se oculta los uniformados también “desaparecen”.