BBC MUNDO
Las festividades del carnaval en Venezuela se convirtieron este fin de semana en escenario de "medición de fuerzas" entre simpatizantes del gobierno y la oposición, que han hecho del número de quienes se van de vacaciones un indicador del apoyo de que gozan las protestas, tres semanas después de que empezaran.
El domingo, el presidente Nicolás Maduro reiteró la invitación a las familias venezolanas a participar en las actividades programadas por el gobierno nacional en el marco del asueto.
"Nos querían quitar el carnaval", dijo el mandatario desde el Paseo Los Próceres, en el sur de Caracas, donde decretó el inicio de las festividades.
"Ha vencido el pueblo de Venezuela, porque ha vencido la felicidad y la paz. Venezuela está en paz y disfrutando en los ríos y en las montañas y en la playa", aseveró el Presidente.
En los distintos medios y en las redes sociales, el gobierno venezolano ha mostrado imágenes de playas repletas de bañistas, de largas colas en aeropuertos y de las festividades que tienen lugar en distintas regiones del país.
Muchos venezolanos, en efecto, aprovecharon el asueto para irse a la playa o a otros destinos para descansar.
"Nuestro pueblo volcado a gozar de los carnavales", dijo el ministro de Turismo de Venezuela, Andrés Izarra, luego de hacer un recorrido por diferentes puntos turísticos del litoral del país, en el canal de televisión estatal Venezolana de Televisión.
Antes, algunas localidades gobernadas por líderes opositores -como el municipio Chacao, en el este de Caracas- suspendieron la programación especial de carnaval porque "aquí no hay razón para celebrar", según dijera el alcalde Ramón Muchacho.
Enfrentamiento
Precisamente en esa zona de la ciudad, este domingo, una movilización de estudiantes y opositores que manifestaban por la situación económica del país y exigían la liberación de los detenidos en las jornadas de protestas de las últimas dos semanas –incluyendo al dirigente de oposición Leopoldo López– culminó en un enfrentamiento con efectivos de la Guardia Nacional Bolivariana.
Se reportó que, concluida la movilización, un grupo de manifestantes en la urbanización Altamira levantó barricadas, prendió fuego a llantas y lanzó piedras y cocteles molotov contra los uniformados.
Estos respondieron con gases lacrimógenos y perdigones, en una escena que se ha vuelto común en esa parte de la ciudad desde mediados de febrero.
De acuerdo con la información suministrada por el alcalde Muchacho en su cuenta de Twitter (@ramonmuchacho), el saldo de los enfrentamiento fue de dos heridos por perdigón, 17 por contusiones y laceraciones, y siete por complicaciones relacionadas con los gases lacrimógenos.
"Los funcionarios del gobierno y el canal de televisión estatal informaron de las actividades de vacaciones en las playas, pero en las ciudades no solo se mantuvieron las protestas de la oposición, sino los disturbios con las fuerzas oficiales", dice el corresponsal de BBC Mundo en Venezuela, Daniel Pardo.
Y entre quienes optaron por salir de las ciudades, no todos se han sumado a la celebración corriente del carnaval, sino que han incorporado la fecha a la protesta.
Una playa en la ciudad de Puerto, en el estado Anzoátegui, en el oriente del país, amanecieron el sábado con cruces negras identificadas con los nombres de los estudiantes muertos desde que comenzaron las protestas.
Otros recrearon escenas de playa sobre el asfalto de las calles, como manera de decirle al gobierno que no se van a mover de donde están.
"El país lleva tres semanas viviendo eventos similares por los enfrentamientos entre opositores y oficialistas tras las protestas contra Maduro que han dejado 17 muertos y cientos de heridos y detenidos", añade el corresponsal de la BBC en Caracas.
"Calle prendida"
Algunos decidieron suspender las vacaciones para manifestar y protestar por la crisis económica, la inseguridad y la supuesta incompetencia del gobierno son consideradas las causas principales de las protestas.
"Nosotros no tenemos nada que celebrar en la playa", dijo Carlos Torres, un ingeniero de 34 años.
Torres marchaba vestido de blanco de pies a cabeza.
"Salir a vacacionar realmente es como darle la razón (al gobierno) de que todo está en calma y todo está bien, cuando realmente no nos sentimos así", añadió.
"Queremos hacer que la calle siga prendida", dijo otro manifestante de nombre Eduardo, estudiante de comunicación social. "Si las protestas son pacíficas la gente se termina cansando. El hecho de que nos repriman da motivo para que la gente vuelva otra vez mañana".
FOTOS AP
Lunes, 03/03/2014