Jheilyn Cermeño / Diario 2001
En el hospital J. M. De los Ríos, ubicado en San Bernardino, los médicos viven improvisando para garantizar la atención de sus pacientes. Juan Félix García, subdirector del centro asistencial, asegura que carecen de catéteres, inyectadoras, jelcos, suturas, anestésicos; además de una serie de medicamentos para los servicios de infectología, neurología, entre otros.
Desde hace más de seis años el tomógrafo está dañado, lo mismo pasa con el resonador magnético, paralizado desde hace tres años y la situación se agravó con el colapso de la máquina especializada de Rayos X que dejó de funcionar desde el mes de diciembre.
En el caso de los quirófanos, dijo que de los siete que tiene el hospital, solo dos están operativos, el resto está fuera de servicio por falta de mantenimiento de la estructura y de los equipos.
Por otra parte, el servicio de oncología tiene más de siete meses cerrado tras la rotura de una tubería de aguas servidas que contaminó el espacio.
Otro problema con lo que deben lidiar los pacientes del J. M. De los Ríos es la exposición de métodos desincorporados desde hace 25 años.
Urbina refirió que muchas veces los pacientes tienen dos opciones: o se van a otro centro asistencial o son dados de alta sin un diagnóstico por la falta de reactivos para realizarles los exámenes de laboratorio.
“No se realizan pruebas de heces, orina, DRL y cultivos porque no hay desde el año pasado las herramientas para realizarlos”, manifestó.
Denunció el cierre de la Unidad Neonatal. “Este es un servicio que fue inaugurado durante 2012 y que por falta de mantenimiento en los aires acondicionados ahora deja de funcionar”. Añadió que el espacio solo tenía capacidad para ocho cupos ya que las obras de ampliación del área bajo la gestión de Eugenia Sader, en la cartera de Salud, nunca fueron culminadas.
En cuanto al recurso humano, dijo que la falta de personal es producto de que no han llamado a concursos. “La última vez que lo hicieron dejaron a los suplentes.
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2015-01-09