Erick Gozález Caldea | [email protected]
El esplendor de las casas de antaño perdió su brillo a lo largo de los años. Residencias presidenciales donde se tomaron las decisiones más importantes a finales del siglo XIX y comienzo del XX ahora parecen una sombra fantasmal de la ciudad de Caracas.
En 1884 "La Pequeña Versalles" -como la solía llamar Antonio Guzmán Blanco– fue terminada e inaugurada en un terreno de Antímano. El expresidente venezolano usaba el lugar para realizar fiestas y reuniones con diplomáticos y personas de la alta sociedad caraqueña.
La casa está ubicada al frente de la estación del Metro de Mamera. Fue reconstruida en el año 2003 durante la gestión del exalcalde Freddy Bernal. La remodelación incluyó un Infocentro, biblioteca y adaptaciones eléctricas. Sin embargo, en 2014, comenzaron las tragedias.
"Hace dos años la casa fue robada por delincuentes de la zona, quienes luego de hurtar las cosas, quemaron la biblioteca. Además de ese evento, maleantes se han llevado poco a poco el cableado eléctrico y hasta los toma corrientes", sostuvo Verónica Cadena, guardia patrimonial de la alcaldía Libertador.
Agregó que las 18 computadoras del Infocentro fueron robadas, lo que hizo que poco a poco "La Pequeña Versalles" quedara en el olvido. "Muchas personas han dejado de visitarla por su deterioro. La casa quedó en una ruina ideológica", aseguró.
Una "ayudaíta"
En el sector La Quebradita, de la parroquia El Paraíso, se encuentra una casona vieja, deteriorada, que en sus buenos tiempos vio nacer la Guardia Nacional.
Construida por el expresidente Eleazar López Contreras, la casa ubicada ahora frente a un Centro de Diagnóstico Integral (CDI), es uno de los monumentos más atesorados por la comunidad, pero olvidada por la alcaldía.
"Desde hace un tiempo se han colocado muchas propuestas a las instituciones locales para que vengan a renovar y remodelar la casa, pero, no hemos tenido respuestas positivas" señaló Carlos Ortiz, presidente de la Fundación por la Vida y Paz.
La casona de López Contreras fue un lugar abandonado por la comunidad, debido a que drogadictos, delincuentes y otra clase de antisociales frecuentaban el lugar para realizar actos ilícitos, luego de que los terrenos fueron recuperados por personas de la comunidad, además del Gobierno por el plan de Barrio Adentro.
Ésta se encuentra en un deterioro total. Sin pintura, techos caídos y paredes a punto de estar en el suelo, son apenas algunos de los problemas visibles. La comunidad pide que la alcaldía intervenga para salvaguardar un patrimonio histórico.
2016-12-18