El patio central del Comando Regional N° 1 (Core-1) en el estado Táchira, se convirtió este martes en un espacio soñado para 50 pacientes oncológicos infantiles, quienes vivieron instantes de alegría y diversión al disfrutar de inflables, juegos, payasitas, comida y regalos.
Estos pequeños, quienes reciben tratamiento en el Hospital Central de San Cristóbal Dr. José María Vargas, y apoyo de dos fundaciones sin fines de lucro que funcionan en la entidad, asistieron junto a sus familiares a esta fiesta organizada por la institución militar.
El jefe del Core-1, Richard López Vargas, resaltó que como parte del 76 aniversario de la creación de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), los esfuerzos se enfocan en atender, desde el punto de vista humanitario, a los niños que padecen cáncer, y así ofrecerles un minuto de felicidad.
"Ellos son ángeles que traen un mensaje bien importante, profundo, cargado de mucha sensibilidad humana. Les brindamos especial atención porque escucharlos, o leer sus cartas, nos da lecciones de vida; ellos no piden nada para sí mismos, sino para su entorno familiar por cuidarlos durante su enfermedad", manifestó.
López Vargas precisó que el Core-1 también atendió a 29 pacientes oncológicos infantiles en el estado Trujillo; 19 niños en Mérida, y 26 niños del estado Apure con Sida. "Nuestros esfuerzos y recursos se lo vamos a dedicar a momentos de felicidad de estos niños", agregó.
Salir de la rutina
Tanto los pequeños pacientes, como familiares, e incluso personal militar, disfrutaron de una mañana diferente, desbordada de música, juegos y vida.
Magaly García, abuela de uno de los niños, destacó que la actividad organizada por el Core-1 es como celebrar un Día del Niño especial.
"Estoy muy contenta porque en realidad esto es una alegría para ellos y para nosotros los padres y representantes que pasamos por este momento. Ellos se divierten y salen de la rutina en el hospital. Yo le pido a Dios mucha fortaleza para superar los tiempos difíciles, y para aprovechar al máximo días como hoy", apuntó.
Por su parte, Viviana Albarracín, mamá de un paciente oncológico, señaló que la felicidad invadió a cada uno de los presentes "porque los niños se divierten pese a la enfermedad que tienen".
"Los militares del Core-1 tienen un corazón muy grande porque sacan de su tiempo para atender a los niños y darles cariño. Es muy importante para ellos pasar un tiempo diferente", afirmó.
La payasita Sandra Escalante, aseguró que la experiencia de compartir con los pequeños pacientes es muy linda, porque se les nota la alegría de vivir su niñez.
"Sabemos que estos niños son muy especiales, muchos de ellos tienen limitaciones y se cohíben de muchas cosas, entonces queremos impulsarlos a disfrutar muchísimo de celebraciones en honor a ellos", comentó.
Sincero agradecimiento
Algunos de los niños también se tomaron un tiempo para manifestar su alegría por asistir a la fiesta del Core-1, y agradecer a los militares los regalos, la comida, y los juegos.
José Gregorio Gómez, proveniente del municipio Pedro María Ureña, comentó que él asistió a la fiesta del Comando, porque le gusta disfrutar y sentirse bien. "Aquí estoy participando por uno de los regalos que trajeron para nosotros, y espero sea muy bonito. Le doy las gracias a los militares, que Dios los bendiga y los llene de salud".
Igualmente piensa José Carreño, quien es atendido en el ala oncológica del Hospital Central. "Me encanta esta fiesta, y me gusta mucho ver a los guardias firmes, aunque hoy están compartiendo con nosotros. Me han tratado muy bien, muchas gracias por todo". /AVN
Martes 30/07/2013