EFE
El venezolano Bernardo Álvarez, secretario general de ALBA, apostó hoy por el diálogo entre el Gobierno de su país y la oposición para poner fin a más de un mes de protestas y destacó el papel que puede desempeñar Unasur.
Álvarez, que participó en un desayuno informativo en Madrid, destacó que este organismo de integración regional es "una garantía" para ese diálogo y se mostró esperanzado con la visita que hoy inician a Venezuela de una comisión de cancilleres de la Unión de Naciones Suramericanas (Unasur).
El político venezolano afirmó que Unasur "ha mostrado respeto a los Gobiernos" y además madurez.
Lo que es clave, afirmó, es que "sectores de la oposición entiendan que este camino es el camino adecuado".
Rechazó de manera categórica el uso de la violencia, venga de donde venga e insistió en que "lo que tenemos que hacer todos es condenarla".
El dirigente de ALBA defendió el modelo de Venezuela, que dijo, que no está agotado más allá de la muerte de Chávez, ni desde el punto de vista político ni del económico y achacó a un problema coyuntural, sobrevenido por la muerte de Chávez, tras la cual ha habido, dijo, "gente interesada en crear inestabilidad en el país".
Álvarez fue preguntado por las relaciones de Venezuela con Panamá, después de que el país centroamericano convocara una reunión en la Organización de Estados Americanos (OEA) para discutir la situación venezolana, y esto provocara la ruptura de relaciones diplomáticas entre ambos países.
El político venezolano afirmó que la mejora de las relaciones ocurrirá "cuando haya un cambio de Gobierno" en Panamá, país en el que recordó hay muchos venezolanos viviendo y existen muchos intereses económicos.
El secretario general de ALBA afirmó que "no hay confrontación entre la OEA y Unasur, organismo éste que, según dijo, está haciendo su trabajo a petición de Venezuela.
Respecto a la respuesta de la OEA a la petición de Panamá, afirmó que el hecho de que solo fuera secundada por este país, Estados Unidos y Canadá "hace pensar como ha cambiado el continente".
Respecto al papel de la diputada de la oposición María Corina Machado, que intentó sin éxito presentar sus denuncias sobre la situación de Venezuela ante la OEA, afirmó que "es absurdo que una dirigente política de un país -recordó que había quedado la última en votos en las elecciones presidenciales- termine siendo embajadora de otro país de la OEA".
"Le ha creado un problema" a este organismo, concluyó, y achacó la postura de la opositora a querer "buscar la notoriedad internacional", aunque reiteró que no le tocaba hablar de la oposición de su país.
"Lo importante -dijo- es que si se ha abierto un camino de diálogo con el Gobierno, se transite por ese camino".
Sin embargo, el presidente de la Asamblea Nacional venezolana, Diosdado Cabello, ha anunciado la pérdida del escaño como diputada de Machado, decisión por la que la oposición del país ha manifestado sentirse "agredida". EFE