Redacción 2001
Cuando se habla de control ginecológico las muejeres están más atentas a realizarse un papanicolau o citología de cuello uterino, y con toda razón ya que el cáncer de cuello uterino es la segunda causa de muerte por cáncer en las mujeres.
Pero este control no sólo trata de realizar el despistaje de cáncer, sino que también evalúa los otros órganos que conforman la esfera genital femenina como los ovarios.
Según la Dra. Maryory Gómez Ginecobstetra especialista en láser ginecológico, los ovarios pueden ser afectados de diferentes formas, “pueden presentarse patologías como Síndrome de Ovario Poliquístico, quistes Simples bilaterales o unilaterales, Tumoraciones sólidas benignas y malignas, que deben ser estudiadas con detenimiento”.
Cuando se habla de tumoraciones malignas o cáncer de ovario, por lo general tienen una incidencia de 3 a 4%, el problema del mismo es que sólo se logra diagnosticar en un 20% en etapas tempranas.
“Muchos factores influyen y uno de ellos es que suele aparecer en mujeres mayores de 50 años y para esa etapa ya disminuimos nuestros controles periódicos, además suele ser asintomático en sus etapas iniciales, lo que no nos hace alertarnos.” Explicó la Dra. Gómez.
Existen factores que pueden aumentar el riesgo de esta enfermedad como la obesidad, la nuliparidad, su alta relación con antecedentes familiares que hayan padecido cáncer de mama y colonrectal, medicamentos para la fertilidad, uso de estrógenos en la menopausia por largo tiempo. Los embarazos, el uso de anticonceptivos, disminuyen su incidencia.
2018-05-17
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