Daisy Galaviz | [email protected]
Tras el asesinato de Paula Elba Solis de Pinto, de 81 años, el martes, en el jardín del Instituto Anatomopatológico de la Universidad Central de Venezuela (UCV), cuatro institutos experimentales pidieron ayer el derecho de palabra en el próximo Consejo Universitario de esta alma mater.
Gladys Vergel, administradora del Jardín Botánico, relató que el hecho delictivo ocurrió a eso de las 6:00 am cuando tres sujetos ingresaron a robar de nuevo en las instalaciones. Subrayó que en menos de un mes ese despacho ha sido robado “15 veces”.
Vergel aseguró que los atracos han generado pérdidas millonarias, pues el hampa se llevó todo el cableado eléctrico del instituto, computadoras, sistemas de impresión, aires acondicionados, tuberías para el riego del jardín y herramientas y maquinarias de los jardineros.
El campus azotado. A las afueras del Consejo Universitario se encontraban obreros, profesores, estudiantes de postgrado y técnicos de los institutos de Medicina Tropical, Anatomopatológico, Instituto Nacional de Higiene y el Jardín Botánico denunciando el problemas a las autoridades.
María Eugenia Orellana, miembro del Instituto Anatomopatológico, dijo que la asistencia se debió a que “todos estamos afectados. No es posible que por venir a trabajar terminemos asesinados como le pasó a Solis”.
Orellana informó que este episodio “negro” para las páginas de la principal casa de estudios del país, fue el “detonante que nos ha llevado a exigirle a nuestras autoridades seguridad porque esto no puede seguir así”.
La profesora aseguró que además de las pérdidas de bienes y materiales, los robos a mano armada a estudiantes y a todo el personal “ya se llegó al límite de asesinar a uno de los nuestros”.
Comunicó que las “protestas apenas comienzan”. Tienen previsto hacer pancartazos y asambleas.
Los delitos son viejos. Hernán Carrasco, jefe de sección y profesor titular de la facultad de Medicina, se describió como un “sobreviviente de la delincuencia que reina en la Universidad Central”.
Narró que hace un año, en junio de 2016, fue interceptado por tres hombres en el estacionamiento del Instituto de Medicina Tropical, le golpearon el cráneo con un arma, lo amenazaron de darle un tiro si no les daba su vehículo -el cual posteriormente robaron-, un Toyota Corolla, año 2008.
El profesor afirmó que los problemas de inseguridad ya han sido denunciados por la comunidad universitaria pero “no se han tomado cartas en el asunto”.
2017-07-12