Anyela Torres [email protected]
Repuestos. La situación económica en Venezuela no solo hace complicado adquirir un vehículo propio, sino también mantenerlo en óptimas condiciones.
Adquirir una pieza tan sencilla como un tornillo, o hasta un elemento tan indispensable como un caucho, se ha convertido en un verdadero calvario en vista de que son muy costosos y difíciles de conseguir.
Eloy Muñoz, trabajador de una cauchera ubicada en El Paraíso, explica que un caucho nuevo puede costar entre Bs 75.000 y 90.000, dependiendo del rin que se necesite y si son radiales o convencionales.
Respecto al año pasado, comenta que estos precios han aumentado el doble, pues en 2015 se ubicaban en Bs 30.000 y 50.000 los más costosos.
Debido a este aumento, asegura que sus clientes prefieren reparar sus cauchos, antes que comprarlos.
“Antes yo veía una tripa con un solo parche, ahora veo una hasta con diez” dijo.
No obstante, estos arreglos temporales también han resultado algo elevados tomando en cuenta el valor del salario mínimo.
“Cada 15 días a nosotros nos suben los materiales, y obviamente eso nos complica el negocio, porque no todos tienen para pagar lo que cuesta un caucho, un parche, o una tripa”, expresó.
Muñoz comenta que el precio mínimo por reparación es de Bs 1.500, según sea el daño; los parches tienen un valor de Bs 1.500, 3.000, 5.000, y 10.000. Asegura además que una tripa para moto cotiza los Bs. 4.000 y 6.000; para carros pueden conseguirse en Bs 8.000; pero lo más problemático para él, es que este repuesto no se consigue.
Por último apunta que su clientela ha menguado en un 40%, por los precios, y además porque hay muchos que prefieren comprar un spray llamado “Sin Espiche”, debido que saca el clavo que esté incrustado, cubre cualquier abertura, y está en Bs 2.600.
Escasez e inseguridad. En otra cauchera de El Paraíso, la situación es muy similar. Alonzo Figuera, uno de sus trabajadores, afirma que en años anteriores ese negocio era mucho más fructífero, gracias a la comercialización de cauchos. Relata que tenían establecida una clientela que se dirigía allí a comprar cauchos nuevos, usados, o chivas; pero desde hace cuatro años para acá, la ausencia constante de cauchos les ha perjudicado mucho.
“Hoy en día solo hacemos reparaciones porque es lo que se puede hacer, pero antes teníamos el puesto bastante surtido”, expresó.
Por otra parte la inseguridad también ha contribuido en el declive de su lugar de trabajo, ya que han sido víctimas de ello en muchas oportunidades, “la última vez unos choros llegaron y amarraron al que estaba allí de encargado y se llevaron todo, y recuerdo que eso fue una gran pérdida”, confesó.
No hay proveedores. En el Este de Caracas, otro de estos comercios tienen más de año y medio sin proveedores de cauchos.
Su encargada, que prefirió declarar bajo el anonimato, dijo que no hace mucho contaban con 5 empresas que les surtían con la cantidad que pidieran. En la actualidad, ya no mantiene negocios comerciales con ellos por la escasez de neumáticos que existen en las caucheras, “antes despachábamos más de 30 cauchos al mes, hoy en día 5 son muchos, podíamos escoger entre marcas, ahora solo trabajamos con lo que llegué”, relató.
2016-06-20