Dayana Barroca
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Debido a las protesta de las últimas semanas, han sido varias las instituciones que han tenido que suspender las actividades escolares como una forma de proteger a sus alumnos y maestros o por la imposibilidad de los mismos de asistir a clases.
Pese a que no se tiene un registro exacto de cuántos días de clase se han perdido en las escuelas -ya que eso depende de cada institución-, es sabido que muchos colegios se han visto obligados a suspender actividades, sobre todo aquellos que se encuentran ubicados cerca de los puntos de salida de las manifestaciones.
Juan Maragall, secretario de educación del estado Miranda, sostiene que la prioridad de las escuelas siempre tiene que ser atender a los alumnos y protegerlos.
Según Maragall, la situación de la calle que se presenta en el país en la actualidad puede ser riesgosa para los estudiantes, principalmente para aquellos cuyos centros educativos están ubicados geográficamente más cercanos de los puntos de concentración.
Nancy Hernández de Martín, presidenta de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes, considera que un número importantes de colegios han perdido clases; sin embargo, aclaró que no todas las instituciones están suspendiendo actividades.
“Las que están en los corredores de las protestas sí, por seguridad fueron suspendidas. Sería sumamente irresponsable que tuvieran actividades”, señaló.
Para Hernández, al clima de manifestaciones que hay en el país se le suman otros factores que influyen de forma negativa en el calendario escolar y los procesos educativos, como la dificultad con el transporte público o el cierre de las estaciones del Metro que suspende e impide que muchos trabajadores y estudiante tengan la posibilidad de llegar especialmente en la ciudad capital.
La presidenta de la Federación Nacional de Sociedades de Padres y Representantes agrega que independientemente de las manifestaciones, el proceso educativo está siendo afectado desde hace ya largo tiempo y que la imposibilidad de cumplir con el cronograma escolar cada vez es más latente por la presencia de flagelos como la inseguridad que azota las escuelas y los problemas de infraestructura.
“No sabemos en este momento como culminará el año escolar, pero evidentemente no podemos negar que cada día que se pierde es irrecuperable. Estamos perdiendo mucho más que un día de clase, estamos perdiendo vidas, niños por desnutrición y eso tampoco puede recuperarse”, sentenció Nancy Hernández.
2017-04-24