Redacción 2001|[email protected]
La iglesia católica venezolana celebra desde ayer el anuncio de la beatificación de la Madre María Carmen Rendiles Martínez, la tercera titularidad de esta naturaleza con la que el Vaticano honra a quienes “alcanzan El Paraíso”.
El júbilo eclesiástico que se veía venir desde el pasado 21 de noviembre al aprobarse un milagro “instantáneo” presentado ante la Congregación para las Causas de los Santos, rebasa el ámbito religioso y se comparte a nivel del pueblo, ferviente creyente católico.
El cardenal Jorge Urosa Savino expresó su complacencia por la noticia , refrendada por la firma del papa Francisco, como “una inmensa alegría para toda la iglesia católica de Venezuela, y muy especialmente, para la Arquidiócesis de Caracas”.
El arzobispo capitalino extendió su alegría y felicitaciones a la Congregación Siervas de Jesús, fundada por Madre Carmen, por el incansable y laborioso trabajo realizado a través de la comisión que lleva el proceso de beatificación y canonización.
“Ha sido un arduo trabajo realizado por la doctora Silvia Correale, postuladora de la causa, la Hermana Rosa María Ríos, vice postuladora, y las superioras generales de la Congregación, entre ellas la actual, Madre María Eugenia Noreña”, apuntó .
“Más adelante brindaremos detalles del proceso, así como la fecha de la ceremonia de beatificación, la cual se dará a conocer muy pronto a todos los venezolanos”, señaló Urosa.
El milagro del brazo. La historia detrás de la beatificación de la Madre María Carmen se remonta al 20 de mayo de 2003 , cuando la cirujana Trinette Durán de Branger, quien trabajó por años en el hospital Pérez Carreño sufrió una fuerte descarga eléctrica en el brazo derecho que quemó su guante y los dedos índice y pulgar en medio de una operación.
Las consultas y recomendaciones de sus colegas no aliviaron las dolencias que siguieron al accidente, por lo que convino operarse.
Poco antes, la doctora Trinette visitó el Colegio Belén de las Siervas de Jesús en Caracas y allí recibió el mensaje de Sor María San Luis, hermana de sangre de la Madre María Carmen Rendiles, que le dijo que “Madre Carmen la curaría de su dolencia”.
El Episcopado ofrece más detalles de la historia: “Ambas mujeres ingresaron a un oratorio donde solía descansar la nueva beata venezolana. Allí estaba un cuadro de Madre Carmen que la hermana San Luis quería que Trinette pintara. ‘Al ver el cuadro e implorar su curación a la madre Carmen, salió del borde del cuadro un hermoso rayo de luz que alumbró toda la habitación y llegó hasta su hombro’, cuenta en su testimonio la doctora Trinette Durán de Branger”.
Ella “sintió un intenso calor entrar por su cabeza y penetrar en su brazo, y fue tan impactante el momento que perdió por un momento el conocimiento. En ese mismo instante, su brazo, inexplicablemente, quedó restablecido totalmente. No usó más férula, ni fue realizada la operación porque había sido sanada”.
Dedicada al prójimo. María Carmen Rendiles Martínez, la hija de la tercera hija de Ramiro Rendiles y Ana Antonia Martínez nació en Caracas el 11 de agosto 1903, y fue bautizada en la Basílica de Santa Teresa en Caracas.
Estudio en el Colegio San José de Tarbes y su fervor religioso le llevó a entrar a la comunidad de origen francés llamada Congregación Siervas de Jesús en el Santísimo Sacramento.
Tenía 33 años de edad cuando asumió como maestra de novicias en Caracas. En 1947, fue nombrada Superiora de la misma casa; y en 1951, es designada Superiora Provincial. En 1950 fundó una casa en San Cristóbal para que funcionara como colegio, y en 1951 sus hermanas comienzan a trabajar en el Seminario Diocesano de San Cristóbal.
En 1952 inician labores en Cúcuta; y en 1954, se ocuparon del Palacio Arzobispal y de la Catedral de Caracas, a petición del Arzobispo Rafael Arias Blanco.
En 1955, se pone en funcionamiento el Colegio Belén de Caracas en un terreno donado por un cuñado a Madre Carmen cuatro años antes; y en ese mismo año, en La Punta, estado Mérida, comienzan las actividades del Colegio Nuestra Señora del Rosario.
En 1959, la religiosa dona a la Congregación su casa paterna del El Paraíso, Caracas, para atender la educación de niñas de escasos recursos.
Diferencias con la Congregación en América, obligaron a las hermanas de Colombia y Venezuela a separarse de la comunidad francesa y con el apoyo del Cardenal José Humberto Quintero, Arzobispo de Caracas se fundó la Congregación de Siervas de Jesús, en el año 1966.
Murió en mayo de 1977 en Caracas.
2017-12-19