Redacción 2001
La espiral inflacionaria que vive el país ha hecho que el Ejecutivo implemente ciertos mecanismos para “hacerle frente”, como los incrementos del salario mínimo y los bonos otorgados al pueblo a través del Carnet de la Patria, desde el pasado mes de noviembre de 2017 hasta la fecha.
Sin embargo, según expertos estas fórmulas a la larga afectan el bolsillo de los venezolanos.
El economista Henkel García manifestó que “esos bonos presionan de alguna manera provocando el alza del dólar paralelo, y presionan los precios de los bienes y servicios. Toda esa cantidad de dinero para una cantidad fija o decreciente tanto de dólares disponibles o de bienes y servicios, hace una fricción tremenda en los precios y en el tipo de cambio”, explicó.
Agregó que “para que el pueblo entienda que ese dinero es una ficción de riqueza, se le puede explicar diciendo que cualquier cantidad de dinero que mandes a la calle mientras no aumente la cantidad de productos que veas, eso se va a transformar en situación de escasez”.
Señaló que “considerar estos bonos como una distorsión ética depende de los principios morales de cada quien, prefiero verlo desde el punto de vista económico de incentivos que de repente no están bien alineados y pudieran ser calificados como perversos porque al final incentivan conductas que no son apropiadas para el buen funcionamiento de la sociedad”.
“Combatir la pobreza es complejo porque no hay una receta. Venezuela necesita un plan de reforma económica muy profundo, con mayores libertades económicas, donde haya una economía de mercado que tenga las reglas de juego claras, que incluya un plan de apertura de inversión extranjera en diferentes sectores como petrolero, turismo e industrias básicas, una reinstitucionalización del país, que se recupere la propiedad privada como institución, que haya entendimiento hacia el empresario y que sea visto como productor de bienestar, no un enemigo de la población”, acotó García.
Afirmó que “el nuevo Dicom plantea un esquema similar al anterior pero sin la oferta pública de divisas, es decir, que si el año pasado el promedio diario de requerimiento de las empresas era de 4 ó 5 millones de dólares diarios, ahora pasaría a menos de 1 millón de dólares diarios, este nuevo Dicom tendrá un efecto mucho menor del que tuvo el Dicom del año pasado”.
Explicó que “no tendría mucho sentido que el Gobierno le pida a empresas y particulares que traigan sus dólares para que coticen en el mercado oficial porque es una economía que no genera mucha confianza. Si llegase a ser que la compra de divisas sea al tipo de cambio que arbitrariamente fije el BCV, la oferta será muy baja y forzada, porque el tipo de cambio que va a ofrecer el Gobierno para comprar esta divisa será muy bajo, entonces yo creo que al final las empresas o personas a participar en este mercado con ese tipo de cambio será muy bajo”.
El economista Jesús Casique manifestó que “la liquidez monetaria no es igual a efectivo, es monedas y billetes, depósitos a la vista, cuentas corrientes y depósitos de ahorro, esas 3 variables suman la liquidez monetaria. Las monedas y billetes representan apenas el 5,3% de la liquidez monetaria, las cuentas corrientes 84,8% y las de ahorro el 9,3%”. “Al hacer transferencia electrónica a cuenta corriente, usted recibe los bolívares, pero para retirar tiene inconvenientes por la escasez de efectivo que atraviesa la economía”, dijo.
“Comenzando el año el Gobierno estableció una tabla de protección del Carnet de la Patria de 2 a 10 integrantes, que va de Bs 320 mil a Bs 1 millón 680 mil, una bonificación mensual de Bs 750 mil para 150 mil mujeres embarazadas registradas con el Carnet de la Patria . Esto no resolverá el problema estructural de la economía, Venezuela está atravesando por hiperinflación y con ese dinero comprarán menos por el incremento de la liquidez”.
2018-01-27