José Panzarelli Carchidio [email protected]
Un viejo adagio reza que “cuando hay santos nuevos los viejos no hacen milagros”, pero dicho refrán no cobra vigencia cuando de medios de comunicación se trata, y menos si se enfoca hacia la prensa escrita.
Desde el nacimiento de la imprenta en el siglo XV surgieron muchos otros medios que amenazaron a los periódicos con llegar a su fin, sin embargo, la historia nos enseña que ningún medio sustituye a otro, sino que más bien lo hace evolucionar, o se complementan.
Cuando llegó la radio en el siglo XIX y principios del XX, también se especuló sobre la muerte de la imprenta. En 1915, el televisor asustaba a la radio y la prensa había sobrevivido ante la llegada de las ondas hertzianas. Para la década de los 60 ya se hablaba del internet. Con la evolución de la red y la creación de portales de noticias en línea, algunos estudios arrojaban que las informaciones sobre el papel no existirían para 2024, pero ese panorama no está del todo claro, y por el contrario los diarios impresos siguen siendo referencia internacional.
El profesor de la Escuela de Comunicación Social de la UCV y jefe de la Cátedra de Comunicación Visual, Alejandro Terenzani, tiene confianza que los medios impresos no morirán por lo menos a corto plazo. “Tradicionalmente ningún medio muere”, dijo.
El antropólogo y también educador universitario de la UCV, Pedro Brito, opina igual que su colega. “No puede morir porque su propio sistema es distinto al de los demás. La prensa es un medio decano, a partir del cual se dictaron las normas de los otros medios de información”.
“Teléfonos fijos sigue habiendo y existen lo celulares, el teatro supuestamente iba a morir con la llegada del cine y sigue siendo un negocio”, explica Terenzani.
Es que la prensa sigue siendo una referencia para los demás soportes. En las mañanas, los noticieros matutinos, tanto de radio como de televisión están leyendo los titulares de los principales diarios, es decir, hay un respeto de los demás medios a lo que es la credibilidad que da la prensa escrita.
Competencia digital. Si bien es cierto que un periódico no puede competir en inmediatez con lo que representa un tuit, o noticias en la web, sí lo hace en cuanto al abordaje de la noticia. La capacidad de análisis que dedica un periodista de impreso es mucho mayor a la que ejecuta un comunicador web, este último tiene como tentación ser el primero en informar (soltar el batacazo), en cambio el que redacta para un periódico tiene un objetivo claro: contar los hechos de la mejor manera, explicar hasta el último detalle lo que sucedió, ser el que mejor lo cuenta (no el que lo hace más rápido).
Esa ha sido una de las causas por las cuales los impresos cobran vigencia en la actualidad. Por ejemplo, en Venezuela, que es un país muy noticioso y que a cada minuto está bombardeado de nuevas informaciones, es casi imposible enterarse de todo lo que sucede en un día.
Para saber qué es lo más importante que sucedió el día anterior las personas recurren a un periódico, donde se supone que encontrarán información jerarquizada por una mesa editorial que determina cuánto espacio merece cada hecho noticioso, y aquellos eventos que no entren en la edición impresa será porque fueron considerados menos relevantes que los que el lector tiene en sus manos.
2016-11-16