Luis Arturo Vargas F
El Instituto de Medicina Tropical Dr. Félix Pífano de la Universidad Central de Venezuela (UCV), está en peligro de cierre por la crisis energética y falta de recursos. Están solicitando donaciones para adquirir gasoil para la planta eléctrica.
El gran apagón del 7 de marzo y sus capítulos más reciente el lunes 25 y 29 de marzo, agravó el deficiente suministro energético, factor que afectó al sector salud.
Este hecho dejó como resultado que recursos biológicos y diagnósticos tales como reactivos, sueros y cepas que hay en el instituto, corran el riesgo de dañarse debido a que estos tienen que mantenerse refrigerados.
El doctor Hernán Carrasco, investigador y jefe de la Sección de Epidemiología Molecular del instituto, explicó que los materiales deben tener una cadena de frío de -70 y 80°grados y que si estos llegan a los 0°C se dañan. “Las neveras y los ultracongeladores obligatoriamente tienen que estar en funcionamiento”, aseveró.
Señaló que el material que allí se almacena es único en todo el territorio nacional. Es utilizado para el diagnóstico y tratamiento de enfermedades tropicales como la malaria, leishmaniasis, mal de Chagas.
Dijo que el instituto es el único con estas especialidades y reiteró que está en riesgo de perderse un patrimonio de la nación.
“Todos los demás centros desaparecieron. En Maracay había uno, pero lo destrozaron y ninguna clínica del país está en capacidad de hacer lo que aquí se hace”, indicó.
Para mantener la refrigeración durante los prolongados apagones usaron una planta eléctrica de gasoil. “La planta tiene capacidad para 2.000 litros que permite el funcionamiento de la misma duran 4 días máximo”, dijo y a su vez comentó que no prendieron aire acondicionado ni otros equipos que puedan demandar mucha electricidad para ahorrar combustible.
Comentó que los recursos anuales que recibe el instituto son “irrisorios” y que con lo que reciben no alcanzan ni para comprar un litro de cloro, mucho menos para el mantenimiento de otras áreas.
Durante la contingencia, a través de la primera ayuda recibida, pagaron una cisterna de gasoil.
Comentó que el gasoil es barato, “700 bolívares por litro” pero el problema es trasladarlo.
“Hacemos un llamado urgente para que nos donen gasoil, de lo contrario la valiosa colección de material biológico que hemos conservado desde hace más de 20 años se dañará”, dijo el especialista.
Agregó que la planta también necesita insumos para su mantenimiento: “Aceite, filtros, el servicio que hay que hacerle de mantenimiento”.
Además señaló que el controlador electrónico de la planta se averió y está funcionando de manera manual.
Dijo que para evitar esta situación, lo idóneo es que el servicio eléctrico se restablezca y funcione cabalmente, pero al ver esta opción distante, optaron por pedir donativos de cisternas de gasoil o recursos económicos.
2019-04-03
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