Carlos Castellanos
Un grupo de apróximadamente 900 uniformados, trancaron la avenida Urdaneta muy cerca del Palacio de Miraflores, en señal de protesta, ya que aún no les han cumplido con reivindicaciones contempladas en el decreto presidencial de 2012.
Según el citado decreto, 1.700 efectivos castrenses que participaron en los sucesos del 4 de febrero de 1992, debían ser reincorporados a la carrera militar y al sistema de seguridad social.
Américo Gutiérrez, abogado y vocero de los manifestantes, expresó que decidieron protestar, porque ya no tenían alternativa, esperaban que para este lunes se tomara la decisión en el Tribunal Supremo de Justicia, con respecto al cuarto amparo constitucional contra el Estado, sin embargo no hubo respuesta del organo judicial.
Entre tanto el general Rivero, viceministro de Gestión Social, recibió a los efectivos y les prometió una respuesta.
Se conoció que durante la llegada de los manifestantes a la zona adyacente al Palacio de Miraflores, funcionarios de la Policía Nacional Bolivariana intentaron dispersarlos con bombas lacrimógenas.