Materiales de plástico y aluminio fueron empleados por tres niños caraqueños que diseñaron un filtro destilador solar, capaz de purificar el agua luego de un proceso de destilación que tarda 16 horas, y permite ahorrar luz eléctrica.
Yoel Bracho, Enma Pedraza y Carol Febres, estudiantes de sexto grado en Unidad Educativa Monseñor Castro, ubicada en la parroquia Santa Teresa de Caracas, son los creadores de este filtro, que aseguran, elimina bacterias y microorganismos gracias a la penetración de las celdas solares que cumplen la función de purificadores.
"La utilidad de este proyecto es aprovechar al máximo la lluvia, con la finalidad de llevar agua purificada a los rincones del país", señaló el niño Yoel Bracho, de 12 años de edad.
"Pensamos en esta iniciativa y no en otra porque hemos visto que es necesario ahorrar energía eléctrica. Este aparato es totalmente reciclable; lo hicimos con plástico y aluminio, pero a gran escala se utilizarían otros materiales", explicó Bracho, minutos antes de recibir el primer lugar en los Premios Municipales de Ciencia, Tecnología e Innovación Dr. Humberto Fernández Morán.
El prototipo lo desarrollaron con la ayuda de varios profesores de la institución, pues se trata de una iniciativa nacida de su interés por la innovación científica.
"Este filtro es para suministrar agua y para evitar enfermedades en animales y niños. Lo hicimos porque queremos ayudar al planeta y ahorrar luz y agua", aclaró Enma Pedraza, desde las instalaciones del auditorio del Ministerio para la Ciencia, Tecnología e Innovación, donde se realizó la actividad.
Enma agradeció el reconocimiento que recibieron por parte del Concejo Municipal de Caracas, en la categoría educación primaria, sin embargo, destacó: "No nos importa el lugar que estamos tomando, lo fundamental es que tomaron en cuenta nuestro proyecto".
Este prototipo, que manifestaron, seguirán mejorando podrá utilizarse para cumplir con esta y otras funciones.
"Hicimos ese proyecto para que las personas supieran que los desechos sólidos no son para botarlos sino que sirven para hacer muchas cosas, por ejemplo, para ahorrar energía", indicó Carol Febres.
El ventilador ahorrativo
De esta misma institución (Unidad Educativa Monseñor Castro), subsidiada por el Estado venezolano, también nació la idea de crear un ventilador ahorrativo, que funciona sin electricidad.
Tres estudiantes de cuarto grado fueron las encargadas del proyecto desarrollado con la orientación de la madre de Carla Gil,una de las estudiantes. "Mi mamá no es ingeniero ni nada de eso, pero sí es muy creativa", dijo.
Papel de aluminio, dos CDs, una pila y un motor, que la pequeña Carla consiguió con el apoyo de su tío -que tiene un taller mecánico-, fueron los materiales utilizados durante el proceso de creación de este particular ventilador.
"Es importante entender que ahorrar energía es desenchufar el ventilador, los teléfonos, apagar las luces", manifestó Ely Febres.
"A todos los niños les digo que aprendan a usar la energía para que cuando sean grandes o mayores la usen como es debido, que no dejen todo conectado", recalcó la pequeña Carla quien junto a sus dos compañeras recibió una mención honorífica en esta edición.
El horno de fundición
Para este prototipo denominado Horno de Fundición, cuatro estudiantes de quinto año de la mención mecánica automotriz en la Escuela Técnica Industrial Rafael Vargas, situada en Propatria, Caracas, fueron los encargados de llevar adelante este invento, capaz de fundir materiales como aluminio y bronce.
Medallas, rines para vehículos y cilindros son algunas de las piezas que permite crear este horno, diseñado también con materiales reciclados como la mitad de una bombona y un reflector, ambos sometidos a altas temperaturas.
"Este horno trabaja con gas normal y el soplador se enchufa a corriente eléctrica de 180 voltios para que genere retención", indicó Nelson Velasco, también creador del prototipo.
Nelson recordó que la idea nació desde el año pasado cuando participó con sus tres compañeros en este mismo concurso y obtuvieron el tercer lugar en la categoría educación media.
"Este horno de fundición no sólo nos sirve para el liceo sino también para la comunidad. Permite ofrecer todo a precios bajos y con materiales reciclados", destacó Nelson.
En contraste con el año pasado, en la quinta edición de los premios municipales de ciencia y tecnología, estos cuatro compañeros obtuvieron el primer lugar de su categoría.
Nelson, quien tiene pensado estudiar ingeniería mecánica ya trabaja en la creación de un nuevo prototipo para participar en la VI edición de estos premios.
La actividad, promovida por el Concejo Municipal de Caracas, busca incentivar a generaciones de relevo para desarrollar áreas estratégicas como la ciencia y la tecnología en el país.
A la par de esta jornada anual también se lleva cabo el Encuentro Regional de Ciencia, Tecnología e Innovación, el Premio Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación y el Congreso Nacional de Ciencia, Tecnología e Innovación./AVN