JESÚS M. GAMBÚS
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Como si fuera producto de la ficción en la recordada película de Disney, la contracción económica venezolana da también para achicar la banda ancha de Internet y complicarle la vida a millones de usuarios y a los servicios de las empresas telefónicas y cableoperadoras.
Esa red que transporta voz, mensajes, datos con la velocidad del rayo, es hoy por hoy una banda angosta que intenta no quedarse en el aparato, expandirse y estar a la altura de las exigencias de sus clientes con la tecnología de última generación.
Las buenas intenciones de optimizar el servicio de redes fijas y móviles en tiempo de vacas flacas son un reto para las operadoras. Las responsabilidades se descargan en el Centro Nacional de Comercio Exterior (Cencoex), que mantiene a la Cámara Nacional de Servicios de Telecomunicaciones en cola, con las liquidaciones de divisas pendientes.
La excepción de la regla la representa Movilnet, filial de la Cantv que el pasado mes de agosto anunció el inicio de la segunda fase de la modernización de su plataforma.
Celulares no hay
En otro ángulo del negocio de la telefonía celular, la reducción de divisas y la dependencia de un mercado paralelo cada vez más incierto y caro ponen un cerco a miles de establecimientos, lo que hasta hace unos años era sostén de miles de comerciantes y técnicos.
Las frases “No hay, no tenemos, no sabemos cuándo lleguen”, repiquetean en los oídos de la clientela que se acerca a los establecimientos que, según sus anuncios en la fachada, venden celulares.
En busca de resolver un problema que ya tiene meses en curso, muchos comerciantes como Juan Carlos Berrío dieron un giro a las estanterías.
“Muchos decidimos invertir en productos más económicos que salgan más rápido, porque la gente no tiene en este momento, ahorita, para comprar un teléfono tan caro”.
Berrío se refiere a la distancia que hay entre los diez mil bolívares que puede llegar a costar un equipo sencillo, y los ocho mil que representa el salario mínimo.
Cupo en veremos
La pausa, cada vez más prolongada en la apertura de los cupos de compras en divisas por Internet, cortó de plano la posibilidad de muchos de adquirir un teléfono celular de nueva generación. A falta de cupo, la venta de aparatos en portales cada vez aumenta más.