Nayzai Saavedra
Las personas infectadas con el virus de la inmunodeficiencia humana (VIH) se encuentran en un estado de indefensión debido a la falta de atención en materia de salud, así queda expuesta la vivencia de los pacientes venezolanos en el marco del Día Mundial de la Lucha Contra el Sida.
Hay graves fallas en la entrega de medicamentos antiretrovirales, atención en centros de salud para realizar tratamientos, escasez de reactivos para la práctica de exámenes que son necesarios para la evaluación de los pacientes y a esto se le une el éxodo de especialistas.
Más grave aún es el hecho de que se haya dejado de lado la inversión en el área de la prevención, lo que ha generado que la epidemia no esté controlada y que los ciudadanos sean más vulnerables.
Jonathan Rodríguez, representante de Stop VIH, indicó que la principal falla se encuentra en el fracaso de la prevención y que debido a esto en la actualidad se está viviendo la peor crisis en torno a esta enfermedad.
En cifras. La situación es que 80% de las personas con VIH no está recibiendo los antiretrovirales. Aproximadamente 2 mil 500 niños menores de 12 años están infectados con la enfermedad.
Más de 77 mil personas inscritas en el programa de sida esperan la respuesta de salud del Estado a través del Seguro Social, en lo que va de año es muy poco lo que se ha distribuido. Al menos 11 mil personas se contagian anualmente con la epidemia en el país.
90% de la nuevas infecciones se da entre la población joven. En el año 1999 hubo 1.242 defunciones asociadas al sida. Se registraron 2.300 muertes asociadas a la patología en 2013, un aumento cerca del 90% según las cifras oficiales. Los especialistas indican que la curva no ha descendido, se estima que ha ido en ascenso.
Derechos. Rodríguez indicó que la campaña mundial de Onusida está enfocada en “Mi salud, mi derecho”, señalando que esto significa el derecho a practicar la prevención por medio del acceso a condones gratuitos o accesibles, el derecho a ir a hospitales y encontrar insumos y médicos especializados.
“Si Venezuela no trabaja en prevención y no invierte no va a alcanzar nunca los objetivos, no va a reducir la incidencia de VIH ni los índices por mortalidad. La inversión no es solo dinero para condones y medicamentos, debe ser para campañas masivas. Que se abran las puertas de los colegios, que se impulse el debate en conjunto con la empresa privada en las comunidades”, manifestó.
Grave. El representante de Stop VIH informó que para la fecha el Estado no habría firmado las órdenes de compra para los antiretrovirales del próximo año, por lo que el panorama de 2018 va a ser sumamente complejo, resulta poco alentador para los que este año han exigido respuestas. Así que la única respuesta inmediata que se pueda dar para hacerle frente a la epidemia es que se enfoquen acciones preventivas en poblaciones claves, estas son los jóvenes, las mujeres, niños, indígenas y población Lgbti.
“En Venezuela, 9 de cada 10 jóvenes conoce el condón, pero solo 1 de cada 10 lo utiliza, es necesario fortalecer la educación. Nuestros jóvenes se sientes superhéroes, que no son vulnerables. Pero no son, no somos de hierro, cada día cada uno de nosotros está más cerca del VIH”, analizó Rodríguez.
Por último, desde la ONG se deja una reflexión a los adolescentes para que se cuestionen y redoblen esfuerzos para protegerse a sí mismos y a sus parejas: ¿Estás preparado para ser una persona con VIH? ¿De adquirir una infección que no tiene cura? ¿Sabes lo que significa?
Retroceso. Feliciano Reyna, representante de la ONG Acción Solidaria, recordó que Venezuela fue un país pionero en la garantía de derecho a la salud de las personas con VIH entre los años 1997 y 1999, el TSJ respaldó a los pacientes que interpusieron fallos para tener acceso a las medicinas y se hizo respetar por algunos años.
Considera que desde 2012-2013 empezó a generarse una situación crítica en la atención y en la distribución de antiretrovirales, lo que ha desembocado que en 2017 gran parte de la totalidad de los pacientes hayan tenido que interrumpir sus tratamientos, no solo por los medicamentos sino por la imposibilidad de practicarse exámenes de control, otros por no poder hacerse la prueba de detección.
“Eso tiene un impacto severo y vulnera el derecho a la salud de personas con VIH. No es solo bienestar físico, es mental. La afectación más grave es en la salud mental, el nivel de incertidumbre, angustia y desesperanza al no tener respuesta del ministerio”, consideró Reyna.
En este sentido, el representante de Acción Solidaria indicó que su propuesta apunta a la cooperación internacional por medio de mecanismos aprobados como la ONU y la OPS, pero que esta se ha desvirtuado traduciéndola como “injerencia”.
2017-11-30