Dayana Escalona
Lleno de escombros, basura y convertido en un cementerio de vehículos calcinados, es la condición en la que se encuentra el Parque Universal de la Paz a 25 años de su proclamación como centro recreacional comunitario, ubicado en el sector Pipe de Caricuao (Ruiz Pineda UD-7).
El cercado fue un proyecto de la Unesco y del grupo Rescate Ecológico El Samán, que en 1990 acordaron acondicionar el espacio de 240 hectáreas para hacer un homenaje a la ciudad de Caracas. Desde ese momento, diversos líderes de estados llegaron a Caricuao a plantar un árbol en nombre de la paz.
En la actualidad muestra un paisaje golpeado por invasiones, incendios forestales, talas y delincuencia, desde 1999 se comenzó a notar su deterioro tras el retiro de funcionarios de la Guardia Nacional Bolivariana (GNB), quienes se encargaban de supervisar y vigilar el parque.
La recuperación del espacio es una lucha incansable por parte de Luis González Guillén, cronista, ambientalista y presidente de la Fundación Parque Universal de La Paz, enmarcada como objetivo de recuperación por parte de la Plataforma Ecológica de Caricuao.
“Hace un año tumbaron las astas de las 16 banderas que se encontraban izadas desde la inauguración de este centro recreacional que fue calificado por muchos como ejemplo de la colaboración vecinal y del Estado, es muy lamentable subir aquí y observar cómo ha perdido su verdor”, expresó González Guillén.
El cronista de la parroquia Caricuao y defensor ambiental, indica que han sido muchas sus visitas al Ministerio del Ambiente, a la Asamblea Nacional y al Instituto Nacional de Parques para solicitar por escrito el restablecimiento de las medidas de seguridad y la recuperación del lugar, pero no ha recibido ninguna respuesta.
“Después de haber sido uno de los centros recreacionales más importantes de la ciudad, porque reunió representantes y presidentes de diferentes países, que se impresionaron con tanta belleza, ahora es un sitio desconocido, porque existen personas de la misma comunidad que ignoran que este lugar está aquí a pocos metros de su hogar”, explicó González Guillén.
Otra de las preocupaciones de la Fundación Parque Universal de la Paz es que los habitantes más próximos que a lo largo de los años han invadido sus faldas, desconocen “el valor ambiental mundial” de este lugar y lo han dejado en un estado de abandono y olvido “increíble”.
“Todo el trayecto para llegar a la entrada del cercado se encuentra en muy mal estado, con huecos, hundimientos y fracturas de la vialidad. Porque después de la inauguración fueron muchas las familias que invadieron el lugar construyendo sus viviendas y este terreno no es apto, pero eso no fue impedimento para hacerlo”, señaló González Guillén.
El defensor ambiental destaca que es vital dar a conocer la historia de este centro recreacional y sensibilizar a la comunidad a minimizar actividades de alto impacto que colaboren a la deforestación de las 240 hectáreas, que en un momento se caracterizó con ser uno de los parajes más hermosos de la ciudad.
Protectores de este parque solicitan apoyo del Estado y no pierden la esperanza de mostrar el lado bonito del lugar.
2015-09-06