Por: María Isabel Rangel.
La prostitución es un oficio antiguo que ataca en todos los países y pone en estado vulnerable a los implicados, en 80 % mujeres.
En el país no existen leyes actuales que amparen a las trabajadoras sexuales, sin embargo, tampoco es ilegal y solo se condena a la organización que maneja “el negocio” si este se basa en explotación sexual, tráfico de personas y secuestro de menores de edad con fines sexuales.
Sobre este tema, el abogado, Alejandro Otero, declaró: “la Unesco señala que toda practica que se refiera a la explotación sexual cuenta como esclavitud”, aun así, para proteger a estas personas, las autoridades necesitan pruebas de que se trate de una organización delictiva y no “por voluntad”.
Por su parte, la socióloga y activista, Carmen Astidias, señaló que las mujeres (y hombres) que generan ingresos por estos servicios están “en la cuerda floja” de la vida y corren más riesgos “de los que se creen”.
Entre los peligros que corren este grupo de individuos se encuentra la violencia física y psicológica, ciclos de humillación, violación y la muerte. Además de estar expuestos a contagiarse de enfermedades de transmisión sexual.
La consultada destacó que la prostitución no debe ser vista como un trabajo y las autoridades deben condenarlo.
“Esto no es un empleo, es explotación, ninguna mujer y ningún hombre está en esta vida porque lo quisieron, están por obligación, porque se vieron forzados a buscar ingresos económicos de una manera alternativa, debido a que la situación humanitaria les está pasando factura”, acotó Astidias.
En cuanto a la situación actual, ambos consultados señalaron que no hay cifras oficiales por la razón de que es un oficio basado en la clandestinidad y de la falsa identidad.
Es así como explican que una sola persona puede tener hasta tres identidades falsas, además, señalan que estas personas “suelen alejarse” del centro de atención, por lo que contactarlas no es fácil.
A pesar de la falta de estadísticas, Alejandro Otero aseguró que desde el 2016 se ha visto un aumento en el número de personas asociadas a este “estilo de vida”, debido a los casos de abusos sexuales que se manejan en la actualidad y cómo la mayoría se ve involucrados en la trata de personas, especialmente de menores de edad.
Historia
El 2 de junio se conmemora en diferentes países el Día de las Trabajadoras Sexuales. Organizaciones decretaron esta fecha como recordatorio del 2 de junio del 1975, día en el cual más de 150 mujeres que se dedicaban a la prostitución ocuparon la Iglesia de Saint-Nizier de Lyon, Francia, “con el fin de llamar la atención sobre su mala situación y sobre las represalias continuas que sufrían por parte de la policía”.
Las trabajadoras de este oficio denunciaron ser víctimas de abusos, violencia, multas y encarcelamientos por parte de las autoridades francesas.
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