14 intoxicados y una niña muerta de 2 años fue el saldo que dejó el consumo de yuca amarga en San José de Buja, un asentamiento indígena ubicado al sur de Maturín. De acuerdo con un trabajo realizado por el portal El Pitazo, los afectados son su mamá, seis hermanos, seis primos menores de 10 años de edad y una tía.
La niña se llamaba Omaira Rivas Hernández, quien consumió yuca amarga en forma de casabe, la única forma segura de ingerir este tipo de tubérculo. La madre de la niña preparó casabe para saciar el hambre de Omaira y sus otros hijos.
Por su parte, Juan Carlos Rivas, esposo de Marisol, contó que pasadas las 6:00 de la tarde del domingo sus familiares comenzaron a sentirse mal y por ello los llevó hasta el ambulatorio de San José de Buja, donde el médico les dijo que no tenían insumos para atenderlos y por ello regresaron de nuevo a casa.
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2017-03-21