El pasado domingo 7 de agosto investigadores detectaron corrientes de luz de viento solar que no las anticiparon los servicios de observación de la estrella cuyo origen no está claro. En el transcurso del día aumentó y, según algunas observaciones, continúan turbando el campo magnético terrestre a una velocidad de 600km/s.
"Este evento no estaba pronosticado, por lo que las auroras resultantes fueron una sorpresa", así lo informó el portal SpaceWeather.
Asimismo, los científicos creen que el viento solar es producto de una corriente de particular de alta energía y plasma ya no puede ser retenida por la gravedad del sol. Por esta razón se precipita a la tierra. Sin embargo, en esta oportunidad, este fenómeno resultó totalmente inesperado.
Del mismo modo, muchos satélites de investigación observan el sol, registrando eyecciones de masa coronal y su dirección de movimiento. Gracias a dichas observaciones, los científicos predicen con precisión la probabilidad, la potencia y el momento del inicio de una tormenta magnética.
Por otro lado, la tormenta está clasificada como moderada, o de categoría G2 dentro de una escala entre G1 al G5. Cuanto mayo sea el número, mayor será el impacto del fenómeno con respecto a las personas, animales, electrónica, entre otros.
Cabe acotar que una tormenta de categoría G2 puede afectar el debido funcionamiento de los sistemas de energía. También, las órbitas de las naves espaciales y producir auroras solares.
La causa de la actual tormenta solar se desconoce.
Finalmente, una versión alternativa es que podría haberla generado una eyección de masa coronal.
Con información de Actualidad RT
Visita nuestra sección de Curiosidades
Para mantenerte informado sigue nuestro canal en Telegram https://t.me/Diario2001Online