Con la pandemia superada y los turistas de nuevo recalando en la ciudad, la ciudad palestina de Belén, donde nació Jesús según la tradición cristiana, celebró hoy la Nochebuena con un desfile, a ritmo de tambores y gaitas de bandas palestinas, bailes árabes y villancicos, con la asistencia de miles de fieles.
El desfile terminó con la entrada a la Basílica de la Natividad, levantada sobre el pesebre donde nació Jesús, del máximo representante de la Iglesia Católica en Tierra Santa, Pierbattista Pizzaballa, quién encabezó como cada 24 de diciembre el tradicional peregrinaje de Nochebuena desde Jerusalén hasta Belén.
Pizzaballa, Patriarca Latino de Jerusalén, oficiará esta noche a las 23.30 (21.30 GMT) en la católica Iglesia de Santa Catalina, colindante a la Natividad, la misa del gallo, pero antes tuvo que cruzar a pie el muro de hormigón israelí que separa Belén de la Ciudad Santa, a escasos kilómetros de distancia.
"Vivimos tiempos difíciles pero el mensaje de la Navidad es siempre un mensaje de paz", señaló Pizzaballa tras atravesar el muro sobre la guerra de Ucrania y la creciente violencia en Cisjordania, que este año alcanzó un pico sin precedentes desde 2006 con 170 palestinos muertos en episodios violentos con Israel.
CRISTIANOS PALESTINOS DE BELÉN
La gobernación de Belén, en el área A de Cisjordania ocupada -controlada por la Autoridad Palestina-, cobija la mayor concentración de población palestina cristiana, más de 33.000 personas, y es el centro de las festividades de Navidad en Palestina, tanto para locales como para peregrinos cristianos de todo el mundo.
"Era mi sueño celebrar una Navidad en Belén, donde sucedió todo. Quise venir el año pasado pero fue imposible porque Israel cerró las fronteras por la variante ómicron. Al final hemos podido", cuenta ilusionada la mexicana Mariela Ramírez, de 52 años, que visita Tierra Santa por las fechas navideñas como parte de un viaje organizado por una institución católica de su país.
Las celebraciones navideñas este año en Belén han recuperado la afluencia de turistas y peregrinos después de dos años de pausa por la pandemia de covid-19 y el Ministerio de Turismo palestino espera recibir en estas fechas a más de 100.000 visitantes, para cerrar 2022 con un total de 700.000.
La tasa de ocupación hotelera ronda el 80 %, aún por debajo de los niveles de 2019, pero las reservas para principios de 2023 auguran buenas noticias para el turismo en Belén, principal fuente de ingresos de la ciudad y de la mayoría de sus habitantes, aunque Israel -puerta de entrada del turismo también para Palestina- está copando en gran medida el sector del turismo cristiano con tours por toda Tierra Santa en los que Belén es una parada de un solo día.
Aunque también se queja de la presión de Israel por "robarse" el negocio, Ahmad Odeh, está contento porque la llegada de entre 100.000 y 120.000 visitantes por estas fechas, una buena señal de recuperación para el sector y en particular para su negocio de venta de souvenirs religiosos tallados en madera de olivo.
"La pandemia ha sido más devastadora para nosotros que la violencia o el muro. Llevamos más de 50 años a ocupación y hemos sobrevivido, pero el covid-19 casi nos obliga a cerrar. Durante casi dos años no llegó ni un solo turista o peregrino, eso significa cero ingresos", resume.
MENSAJE DE ABÁS
Con motivo de la Navidad, el presidente palestino, Mahmud Abás, envió anoche un mensaje de felicitación al pueblo palestino, en el que prometió seguir "refutando la falsa narrativa sionista" y cualquier "medida racista destinada a borrar la identidad nacional palestina" en defensa de su "herencia cristiana y musulmana".
"Palestina está celebrando con el resto del mundo la gloriosa ocasión de la Navidad, el nacimiento de Cristo, mensajero del amor y la paz. En esta celebración izamos la bandera de Palestina, encendemos árboles de Navidad, acompañados de coros y hermosos himnos religiosos, desfiles de scouts y participando nuestros hijos desde Jerusalén y Belén, hacia el resto de la patria y en el exilio", señaló Abás.
Abás celebró el mensaje esta semana de los jerarcas de las Iglesias de Jerusalén -greco-ortodoxa, católica, protestante, luterana, siriaca, armenia, copta, etíope, entre otras- en el que acusaron a grupos extremistas judíos de perpetrar "continuos ataques a las iglesias, intimidar a los cristianos, intentar expulsarlos y apoderarse de sus bienes"
El líder palestino felicitó también expresamente la Navidad al exilio palestino, destino habitual de la mermada comunidad cristiana local, que representa solo el 1 % de la población de los territorios palestinos ocupados -frente al 25% de 1948 o el 12% en 1967- debido a la elevada emigración de sus miembros en busca de una vida mejor y la presión israelí por judaizar los lugares sagrados de Tierra Santa. EFE
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