La última ocurrencia de los partidarios del dinero fácil ha sido ofrecer un nuevo servicio de taxis, capaz de llevar a sus clientes de una punta a otra en tiempo récord a pesar de los atascos. ¿Cómo lo consiguen? Utilizando ambulancias que, en lugar de transportar enfermos o heridos, llevan en su interior a los adinerados sin escrúpulos que se pueden permitir pagar esos precios y no tienen problema en aprovecharse del civismo del resto de los ciudadanos que ceden el paso a un vehículo de emergencias.
La policía de Moscú comenzó a chequear algunas de las ambulancias que recorrían la ciudad después de descubrir en Internet varios anuncios que ofrecían desplazamientos en "taxi-ambulancia" por unos 6.000 rublos (150 euros).
Las autoridades moscovitas han recibido orden de permanecer alertas para detectar a estos delincuentes, lo que, sin duda, tendrá "efectos secundarios" ya que, inevitablemente, terminarán deteniendo a alguna ambulancia real en labores de traslado de enfermos o heridos pensando que es una de las falsas que actúan como taxis.
Pero no son ambulancias corrientes. Su interior se ha adecuado con todo tipo de lujos y comodidades, permitiendo a sus clientes relajarse tomando caviar y champán mientras se saltan el tráfico gracias a las luces y sirenas.
Al preguntar al personal de la ambulancia (que no lleva la vestimenta típica de un médico) por su identidad se niegan a darla.
(RB)